Capítulo 2

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Fue como un desbloqueo de lugar, aquellos en videojuegos. Siempre he pasado por esta zona pero es ahora que noto aquella casa tradicional japonesa y pienso en ese pelirrojo, pero no fui capaz de acercarme mucho o siquiera volver a ver a Touya, me debatía constantemente si hacerlo o no; no pasaron ni tres días cuando me decidí en hacerlo y volví a cruzar por la ventana de Touya, pero estaba cerrada.

Toqué la ventana muy levemente con mis nudillos, pero nada.

-Hm... -murmuré desanimada.

Me alejé lentamente y con desanimados de que justamente la noche en que decido acercarme, él no esté o no quiera abrirme. ¿La abra cerrado para que yo no entre o lo vea de nuevo?

Las preguntas de ese tipo invaden mi mente hasta que me detuve de golpe, sin haberme alejado tanto, al escuchar voces dentro de esa casa. No comprendía lo que decían pero diferencié que una de ellas era la voz de Touya... y estaba molesto...

Escuché un golpe y luego un portazo. Hubo mucho silencio por bastante tiempo hasta que escuché el llanto frustrado de alguien.

-Touya... -murmuré con lástima.

¿Quién era aquel que lo trataba tan mal? Di pequeños y leves golpecitos a la ventana una vez más. Volvió a hacerse el silencio pero luego se escuchan sus pasos acercarse y luego abre la ventana.

Se había limpiado el rostro pero aún podía ver los ojos hinchados al igual que la nariz roja y el rastro de lágrimas. Se me queda mirando pero antes de que dijera algo más volví a abrazarlo aún más fuerte que aquella primera vez.

-¿Q..Qué haces aquí de nuevo? -pregunta tratando de regular su voz, aunque igualmente no se separa, en cambio, me abraza también.

-Quería volver a verte... Animarte, tal vez.

-¿Cómo? -me estremecí de dolor por él al escuchar como aquello salió de forma llorosa.

-Am... No lo sé...

Nos quedamos en silencio nuevamente, en lo que yo pensaba alguna forma de animarlo. Él seguía tratando de calmar sus sollozos y dejar de llorar. Entonces se aferra a mí.

-Quiero irme de aquí... -menciona lloroso.

Instantáneamente sentí mis alas levantarse, me separé de él pero sin soltarlo en realidad, solo para verlo a los ojos.

-Entonces, ven... Déjame sacarte de aquí.

Vio mis alas como si fueran su salvación, pero volteó a ver hacia la puerta un segundo.

-¿Podrías? -me mira de nuevo.

-Mis alas son fuertes, no te preocupes -sonreí.

Lo piensa un segundo y luego asiente. Me acerqué y me subí al marco de la ventana, le tendí la mano y él, dudando un poco, la toma y se sube junto a mí. Lo sostuve con firmeza y le sonreí una vez más antes de lanzarme por la ventana y jalarlo conmigo. Mis alas se extienden más y se elevan por completo, Touya se aferraba a mi mano con fuerza.

-Sujétate bien, Touya.

Lo agarré por ambas manos y me lo llevé por el cielo, alejándonos de su casa. Noté el brillo en sus ojos, ¿emoción, quizás? Sea lo que sea, eso me hizo sonreír. Volamos sobre el cielo para ocultarnos en las nubes. Cada vez se sujetaba de mis manos con más fuerza.

-Tranquilo, no permitiré que caigas, lo prometo... -hablé.

Aunque... mis palabras también tenían otro significado más profundo...
Touya me mira y yo a él, nos sostenemos la mirada hasta que sonreí e hice que fuéramos más rápido. Poco a poco él fue calmándose y comenzando a disfrutar de las vistas y la sensación.

Vi una pequeña sonrisa formarse en sus labios. Estaba funcionando. Volé por todos lados hasta quedarnos sobre un edificio bastante alto.

-¿Y? ¿Qué te parece? -pregunté quedando a su lado.

-Fue... genial... -suspiraba irregular pero se calma y me mira-. Gracias.

Asentí satisfecha. Touya se sienta en el borde del edificio y mira hacia abajo, yo me senté a su lado sonriendo. Lo miré pero me percaté de una herida en su brazo. Una cortada más.

-Oye... ¿Puedo...? -apunté su herida y le tendí mi mano.

-¿Huh? -él me mira confundido y extrañado pero aún así me extiende su brazo.

Yo lo sostuve y con mi otra mano la coloqué sobre su herida pero sin tocarla. Un pequeño destello de luz se formó bajo aquella mano y luego de unos segundos se apagó, yo solté su brazo sonriendo al ver que la cortada ya no estaba.

-¿Eh? ¿Cómo...? -pregunta él.

-Mi don. Me permite curar pocas heridas, aunque uso mi propia energía para eso -expliqué balanceando mis piernas.

-¿Tienes... dos Quirks? -pregunta sorprendido.

-En realidad mis alas vienen en conjunto, son como paneles... me dan la energía que necesito.

Él asiente comprendiendo más y ambos volvimos a mirar bajo nuestros pies en silencio, el cual rompí.

-Oye, Touya...

-¿Huh?

-¿M..Me permites... ser tu amiga? Me gustaría serlo y animarte más seguido... Claro, si tú me dejas.

Él se queda callado mientras me mira, tarda un poco en hablar, pero luego suspira y se rasca la nuca.

-Supongo que... está bien -responde.

-¿En serio? -lo miré emocionada.

Él sonríe muy levemente y asiente. Aquello me hace sonreír a mí de manera amplia, me lancé del edificio pero solo para hacer un par de giros de emoción frente a él, sin pensarlo mucho. Cuando reaccione me sonrojé y aparté la mirada de la suya confundida y extrañada.

-Esto te sonará extraño o pensarás que soy rara, pero... eres el primer amigo que tengo -admití.

Él parece sorprendido mientras que yo hacia una pequeña mueca.

-¿De verdad? Creí... que eras alguien con muchos amigos.

Negué y resoplé profundo antes de sentarme a su lado de nuevo.

-Nadie se me acerca... Una vez escuché a unos niños de mi clase decir cosas malas sobre de mí, creo que por envidia o algo así. No lo sé.

-¿Qué era lo que decían? -pregunta frunciendo el ceño.

-Pues... que me creo mucho solo por tener alas y el poder de curar... -respondí.

-¿Es en serio? -sonaba incrédulo.

Yo asentí frunciendo los labios y mirando hacia abajo por el momento.

-Patétitos... -habla bufando.

Me reí un poco por aquello pero asentí dándole la completa razón.

-Si, es cierto. Son patéticos -respondí riendo aún y me acerqué a él- ¿Quieres quedarte, irte a otra parte, o volver?

Él se lo piensa un momento, se le notaba en el rostro que la idea de volver a su casa no era de su agrado pero al parecer no le quedaba de otra.

-Creo que mejor sería volver... si mi viejo descubre que no estoy... -se calla al instante, como si hubiera dicho algo malo o que no debía.

-¿Tu padre...?

-Nada, olvídalo... Será mejor volver ya -se levanta.

Yo suspiré. Decidí no insistir, sería lo mejor; lo agarré por las manos nuevamente y en completo silencio nos fuimos hasta su ventana. Lo dejé en su habitación.

-Nos vemos, Touya -dije antes de salir.

Escuché como se despide de igual forma y luego presté atención a mi vuelo.

ANGELITO 🔞 || Dabi x Tú ||Where stories live. Discover now