Capítulo 29

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Me levanté aún con los ojos cerrados y me los tallé con una mano.

-¿Hm?

Miré el lugar en el suelo donde, sin darme cuenta, me había dormido. Pero lo veía desde la cama. Suspiré profundamente. Era obvio que Touya me había dejado en la cama. Me quité las mantas de encima y me levanté estirándome. Salí de la habitación pero vi a Keigo comiendo pollo KFC, aunque al verme se detiene.

-Oh, hola -saluda sonriendo ampliamente y vuelve a comer.

Vi que una de sus alas estaba quemada casi casi por completo. Él se da cuenta de que lo estaba viendo.

-¿Qué? Es tu culpa por obligarme a contarte, y mía por revelar lo de esa noche -suspira.

-Lo siento -dije caminando hacia él y sentándome a su lado.

-Hm, tranquila. Yo decidí sucumbir a la tentación y poner a prueba mi suerte.

Sonreí un poco y le robé un pollo. Lo miré pero comí un poco disfrutando del sabor.

-Sigo diciendo que esto es canibalismo para ti -comenté en broma.

Él me fulmina pero luego rueda los ojos y sigue comiendo ignorando mi comentario.

-Oye... ¿Qué pasó... luego de que me fui? -pregunta él.

-¿Eh? Ah... nada, solo hablamos... y dejamos las cosas claras.

-¿Cómo qué?

-No tienes porqué saber eso, pollo curioso -respondí.

-¡Oye!

Me encogí de hombros. Seguimos comiendo el pollo hasta que se había acabado y yo me levanté.

-Voy a salir un rato, me agobia estar todo el tiempo encerrada -dije.

-Que no puedes...

-Ya lo sé, pero ¿por qué le haría caso a un pollo? -dije sonriéndo y salí corriendo antes de que me cierre la puerta.

Miré el exterior sonriendo ampliamente y volé tan alto como podía. Aspiré el aire como si hace meses que estuviera encerrada y esta fuera la primera vez que salía. Me dejé caer como siempre lo hacía. Sonreí y cerré los ojos para luego extender mis alas en el momento que estuve por tocar el suelo. Subí al techo de la casa y me recosté allí para mirar el cielo por muchas horas.

Sonreí estando tranquila y relajada hasta que a mi mente llegó Touya y mi sonrisa se borra. La situación por la que pasábamos era... muy complicada, al menos para mí... porque, aunque no quiera caer tan fácil, mis sentimientos nunca cambiaron y me incitan a caer. No quiero que piense que lo estaré perdonando todas las veces que me lastime y con eso darle libertad a hacerlo cuando quiera.

Suspiré profundamente y traté de pensar en otra cosa. Me senté y miré la cantidad de árboles alrededor de la casa. Me levanté y bajé del techo.

-¿Huh? -vi en los peldaños de la entrada una bolsa de la cual salía un delicioso aroma.

Me acerqué mientras miraba a todos lados y agarré la bolsa. Abrí los ojos de par en par al ver mi comida favorita aquí. Entré y vi a Keigo.

-Keigo, ¿Tú trajiste esto? -pregunté mostrando la bolsa. Él me mira.

-No fui yo -responde. Yo suspiré.

Debió ser Touya...
¡Carajo! Sabe comprarme con comida...

Bufé y dejé la bolsa en la mesa, ya que ahora mismo no tenía hambre. Escuché que a Keigo le llegó un mensaje.

-Tengo que irme, cosas del trabajo -dice levantándose. Asentí.

-Está bien, ¿podrás ir sin un ala? -

ANGELITO 🔞 || Dabi x Tú ||Where stories live. Discover now