ANGELITO 🔞 || Dabi x Tú ||

Capítulo 36

Comencé a abrir mis ojos, lo primero que noté fueron las cadenas en mis muñecas que levantaban mis brazos. Miré a mi alrededor, estaba en una habitación amplia pero vacía. Abrí los ojos de par en par y bajé la mirada. Mi estómago estaba limpio y no sentía dolor alguno por lo que me calmé suspirando.

Pero en ese momento siento una mano acariciando mi hombro desde atrás. Me moví bruscamente y miré por sobre mi hombro.

-Tsk... ¿Qué mierda quieres? -pregunté.

-Ahora entiendo porqué...

-¿De qué hablas? Déjame ir, ahora. Ryo.

-Eres una maldita zorra, ______. Tú nunca fuiste secuestrada, solo te dejaste llevar para irte con ese villano de pacotilla. Ofreciéndote como una cualquiera.

-¿Me estás jodiendo? -rodé los ojos-. Ahora siento lástima por mí por haberme sentido culpable por ti. Te vi, Ryo. Teniendo sexo en mi cama con esa chica. Con la misma que estabas en mi sala de mi casa. ¿En serio tienes el descaro de decirme a mí zorra ofrecida? ¡Ja! ¿entonces tú qué eres?

Suspiré para calmarme nuevamente, no quería alterarme y hacerle daño a mi hijo... pero sentí un golpe en mi mejilla.

-Cállate -es lo único que dice. Maldecí y lo fulminé con la mirada-. Encima que tengo que ver esa estúpida cosa...

Apunta a mi estómago abultado y yo quise alejarme de él.

-Nadie te obligó a traerme aquí en primer lugar -dije.

-Cuando me deshaga de esa cosa, haré que te quedes conmigo... -sonríe.

-¿Estás mal de la cabeza? No volveré contigo. Ryo.

-Ah... eso es lo que dices ahora porque tu mente está siendo manipulada por ese asqueroso villano...

Me moví bruscamente queriendo golpearlo pero hasta mis alas estaban encadenadas al suelo.

-Tranquila... mi amor... pronto te salvaré de ese imbécil que envenenó tu mente.

Parecía un yandere...
Me acaricia la mejilla pero yo intenté morder su mano para que la sacara y así lo hizo.

-Como es que no vi que ustedes, casi todos los que se hacen llamar héroes, son los verdaderos villanos... -comenté.

-No digas eso... yo seré tu héroe, solo tuyo.

-¿Tu fuiste quien se lo dijo todo a los héroes? ¿Me espiaste cuando le conté a otra persona lo que sucedió?

-Es posible, pero basta de charla. Tengo que salvarte cuanto antes...

Baja su mano a mi estómago y yo intenté quitarme estando asustada de que le haga algo a mi hijo.

-Empezaré por acabar con este bastardo -saca una daga de su bolsillo.

Abrí los ojos de par en par y forcejeé como pude para romper las cadenas pero él aleja la daga y pone su mano en mi barbilla.

-Tranquila amor, esto solo dolerá un momento... sé que tú sí podrás sobrevivir...

-¡Déjame! ¡Maldito bastardo!

-Lo haré cuando te salve de esta carga que aguantas...

Levanta la daga y la acerca a mi estómago pero en ese momento la puerta explota en llamas azules. Haciendo que Ryo se detenga.

-Aléjate... de MI MUJER.

Ryo tuve que esquivar la llamarada de Touya que pasó a mi lado derritiendo las cadenas tan rápido que casi caigo al suelo de no ser porque alcancé a sostenerme con mis manos. Ryo esquivó los ataques de Touya quien se acercaba a mí mientras lo atacaba y no dejaba que Ryo se acercara.

Hasta que yo hice una pistola de red y la lancé atrapándolo para que se quedara quieto y al final Dabi lo terminó incinerando hasta hacerlo cenizas. Yo suspiré y deshice el arma.

-¿Estás bien? ¿Te hizo algo? -Touya se agacha hasta mi altura mientras yo negaba.

Lo abracé con fuerza mientras temblaba. Ryo estuvo a punto de matar a mi hijo y yo no podía hacer nada... Touya suspira y me abraza tranquilamente para luego cargarme.

-Será mejor regresar.

Sale del lugar mientras yo escondía mi rostro en su pecho y apoyaba una mano en mi estómago. Tardamos un rato en llegar pero al hacerlo, vi a la Liga y a mamá buscándonos por todos lados por ver el desastre en la habitación y la sangre de Ryo en el suelo.

-¿Qué sucedió? -pregunta mamá al verme.

No dije nada ya que no estaba de ánimos para hablar con nadie; Touya dijo que sería mejor hablar después y me llevó a la habitación. Me acostó en la cama y me miró un momento.

-Tuve que haberlo matado desde antes... -comenta Touya y yo asentí.

-Sí. Debí dejar que lo hicieras... Fue él, Touya -le dije-. Él fue quien vendió la información a los héroes y por eso estoy aquí ahora.

Él me mira un largo tiempo, pensando en lo que había dicho y estaba segura que so pudiera lo remataría otra vez.

-Está bien... por suerte... ya no volverá a hacerte daño.

Asentí y él besa mi frente haciendo que me sonroje un poco. Se separa pero yo lo agarré por la remera para que no se vaya, cosa que entiende ya que se acuesta a mi lado en la cama y terminé durmiendo en su pecho.