Capítulo 26

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Llegamos al escondite de la Liga y Touya me dejó en el suelo, Tomura se me acerca y desintegra todas mis cadenas. Yo me levanté y acaricié mis muñecas sin decir nada. Puse una mano en mi hombro y lo moví mientras estiraba mi cuello. Suspiré y comencé a caminar hacia la salida.

-¿A dónde crees que vas? -me detuve un segundo por la voz de Touya pero lo ignoré y abrí la puerta- ¿Te das cuenta de que todos ya lo saben? Si te encuentran...

-¿Te importa? -lo miré por encima de mi hombro-. Estoy cansada Dabi... de todo.

Salí cerrando la puerta de un portazo. Alcé vuelo y me alejé de todo..Es cierto que no podía dejar que los héroes me vieran pero... ¿A dónde iría entonces? Apreté los puños.

-Mierda...

¿Quién dijo sobre Dabi y yo...?

Por la reacción de Keigo era obvio que él no había sido. ¿Entonces, quién? Volé por bastante tiempo, sin rumbo ni saber que hacer. Creo que pasaron horas hasta que lo tuve.

-Hm... -recordé aquel lugar donde Touya me había llevado.

Era el único lugar que nadie más conocía, no creo que Touya fuera a buscarme allí. Tsk... no creo que fuera a buscarme y listo. Fui a aquel lugar y bajé hasta tocar el suelo.

-¡Huh!

-Sabía que vendrías aquí.

Fruncí el ceño y me di vuelta para irme pero me hice a un lado cuando lanzó una llamarada hacia mí e hizo como una pared de advertencia.

-¿Qué quieres? -espeté molesta.

Él deja de apoyarse en la entrada del lugar y se acerca unos pasos.

-Vine para asegurarme de que no hicieras algo estúpido.

Me crucé de brazos.

-No planeaba suicidarme si era eso lo que te preocupaba -comenté y pasé por su lado.

Pero antes de dar otro paso me agarra del brazo y yo rápidamente agarré su muñeca. Lo miré desafiante y solté su mano bruscamente para luego acercarme a la entrada. Traté de abrir la puerta pero tenía llave. Suspiré y traté de encontrar alguna de las llaves pero no estaban por ningún lado.

Escuché el ruido de éstas atrás de mí y yo maldecí.

-¿Las estabas buscando, angelito?

Miré atrás y vi a Dabi con las llaves. Bufé.

-Bien, iré a buscar otro lugar -murmuré y me alejé.

-Oye.

Rodé los ojos y me di vuelta pero rápidamente, y gracias a mis reflejos, conseguí atrapar las llaves. Él mete sus manos en los bolsillos de su pantalón y pasa por mi lado.

-Solo no quemes la casa -comenta.

-Lo dice el chico con el poder de fuego -murmuré irónica.

Miré las llaves y luego a él como se alejaba. Gracias... Suspiré y entré de nuevo en la casa y cerré la puerta. Miré el interior, todo estaba feo y abandonado...

-Okey... comencemos con la remodelación, aunque me de pereza -murmuré tronando mis dedos y decidí que empezaría de una vez.

En serio era de lo más aburrido pero no quería estar esturnudando todo el tiempo por el polvo. Y no sabía cuánto tiempo le quedaría aquí, si voy a quedarme al menos que sea de mi agrado.

***

***

Me tiré en la cama de boca para abajo y me quejé del dolor en mi cuerpo por andar limpiando y arreglando todo para al menos que pueda quedarme en un lugar que se viera decente. Suspiré profundamente y comencé a cerrar mis ojos hasta que escuché ruido afuera. Me levanté sin hacer mucho movimiento o ruido y miré por la ventana, no había nadie...

Salí de la habitación y miré a todos lados antes de ir hacia la puerta principal. Hice una pistola de dardos tranquilizantes y abrí la puerta lentamente. Salí de la casa apuntando a todos lados por si había alguien pero nada. Bajé la pistola.

-¿Dabi? -lo llamé pero no apareció.

Fruncí el ceño. Deshice la pistola mientras suspiraba. Entonces me sobresalté al sentir una mano en mi hombro y rápidamente agarré la muñeca de quien fuera y lo tiré al suelo para luego pisar su hombro.

-Au, au, au.

-¿Keigo? -lo solté y él se levanta- ¿Cómo me...? ¿Qué haces aquí?

Creé la pistola de dardos nuevamente y miré a todos lados desconfiada.

-¿Hay otros héroes? -pregunté seria. Él levanta las manos a modo de paz.

-Oye tranquila, no voy a venderte así como así. No hay nadie -responde honesto-. Entiendo que desconfíes pero recuerda que soy tu amigo.

Sonríe y yo resoplé. Deshice nuevamente la pistola y pasé por su lado.

-¿Cómo me encontraste? -pregunté.

-Tengo mis métodos -dice siguiéndome hasta entrar de nuevo.

-¿Alguien más conoce esos métodos?

-Nop, y aunque los conocieran... primero me arrestarían, y segundo, no podrían usarlo.

Yo volteé a verlo de brazos cruzados y con una ceja enarcada.

-¿A qué te refieres? -pregunté.

-Traje pollo frito -él saca, de no sé donde, el pollo. Lo agarré.

-Si sabes que luego te obligaré a que me respondas ¿no? -dije mientras me sentaba.

-Lo sé, pero no creo que sea buena idea decírtelo, o sino me matarán -dice sonriendo divertido y sentándose a mi lado.

-¿Por qué siempre dices que te arrestarán o te matarán? -cuestioné.

-Pues así es como es -responde.

Ambos comenzamos a comer el pollo frito aunque yo intentaba sacarle información pero no conseguía nada. Por lo que bufé.

-Bien... no me dejas otra opción -comenté.

-¿Huh? -murmura mientras mordía el pollo.

Hice mi látigo y fui contra él quien apenas y pudo reaccionar a tiempo.

ANGELITO 🔞 || Dabi x Tú ||Where stories live. Discover now