Capítulo 23

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Escuché unos toques leves en la ventana. Lo ignoré gruñendo. Volvieron a sonar y volví a gruñir. Sonó más fuerte consiguiendo que me levantase molesta y fui hacia la ventana. La abrí de golpe.

-¿Qué? -hablé malhumorada.

-Wou, el ángel amaneció como demonio.

-¿Qué haces aquí, Keigo? -pregunté tallando mis ojos.

-Nada, vine a ver como estabas hoy y... -levanta una caja con pollo frito-. Traje el desayuno.

-¿Pollo frito como desayuno? -pregunté enarcando una ceja y cruzándome de brazos.

-Exacto, ya sé, es delicioso no hace falta que agradezcas.

No pude evitar la media sonrisa que luego oculte.

-¿Esto no sería algo así como... canibalismo?

-¡Oye!

Me di la vuelta riendo entre dientes y dejándole espacio para que pudiera pasar. Él entra y deja la caja de pollo frito en la mesita de noche. Me senté en la cama y él en frente de mí. Abrió la caja y yo aspiré el aroma del pollo.

-La verdad... no sería un mal desayuno -admití.

-Bien dicho.

Sorprendentemente, al menos para mí, Keigo conseguió que hablara bastante esta mañana y me ría junto a él mientra comíamos. Aún no sabía si confiar en él plenamente pero se podría decir que actuaba bien como un amigo.

-Bien, me tengo que ir -dice mirando su móvil y juntando la basura-. Me alegra saber que estuvieras bien.

-Gracias... lo necesitaba... -murmuré sonriendo poco.

Él sonríe ampliamente, no con esa sonrisa usada, una más linda, y se acerca a la ventana.

-Nos vemos -se despide antes de saltar y salir volando.

Suspiré mientras veía como se iba y me levanté de la cama para ir al baño. Hice mis necesidades y luego me acerqué al lavamanos. Miré mi reflejo en el espejo de reojo y luego me quedé viendo...

Aún se me notaban las quemaduras del cuello, en mis hombros, bajando por mis brazos... abdomen, piernas... aparté la vista con molestia y terminé de lavarme las manos. Decidí salir a caminar, así recargaría energías.

Aunque... por donde quiera que pasara en la calle varias personas se me quedaban viendo pero aún así no faltaban aquellos fans que me pedían fotos, autógrafos y preguntaban si estaba bien después de lo ocurrido. Suspiré y miré al suelo.

-¡______-Sensei! -me detuve y miré atrás.

Vi a los chicos de la 1-A correr hacia donde yo estaba, se veían emocionados algunas chicas hasta con lágrimas de alegría. Me di la vuelta esperando a que me alcanzaran y en un segundo lo hicieron.

-¡Sensei! Al fin la vemos ¿Está bien? -pregunta Mina muy preocupada al igual que el resto.

Les sonreí tiernamente y puse mi mano sobre la cabeza de Mina.

-Sí chicos, estoy bien... gracias por preocuparse -miré al rubio cenizo-¿Y... Bakugo, cómo estás? Ya sabes, después de lo que pasó.

Él me mira pero aparta la mirada.

-Hm... estoy bien -dice únicamente.

-Que bueno -sonreí un poco-. Lamento no haber podido hacer mucho por ti...

-Pelear contra los villanos es hacer mucho, Sensei... -comenta Kaminari.

-Ah, aquí estabas -miré sobre mi hombro.

-¡E..El.. El... héroe Hawks! -los chicos se sorprenden mientras que él se acerca.

-¿No tienes trabajo? -pregunté cruzándome de brazos.

-Am... tengo tiempo libre.

-Adivinaré, se lo dejaste todo a la pobre de tu secretaria ¿no?

-Oye... que mala idea tienes de mí.

-En fin... fue un gusto volver a verlos chicos -volví la atención a los estudiantes pero luego me acerqué a Shoto.

No puedo evitar notar el parecido que tiene con Touya... Claro, son hermanos, algo de parecido tendrían que tener, al menos un poco.

-Menos mal estás de vuelta, _______ -dice sonriendo muy levemente.

-Sí... Me alegra saber que estás bien a pesar de mi ausencia.

Lo abracé y él me correspondió, su abrazo cálido me hizo querer llorar por recordar a su hermano pero en lugar de hacerlo solo sonreí y no dejé que nadie viera eso. Apoyé mi mano sobre su cabeza al separarme para luego darme vuelta e ir hacia Keigo.

-Nos vemos chicos, cuídense.

Ellos se despiden y Keigo camina a mi lado.

-Al parecer les agradas a esos chicos.

-Son mis estudiantes, y... ellos también me agradan mucho -murmuré.

-Lo noté -responde el rubio.

Ambos caminamos en silencio por bastantes cuadras.

-¿Y... por qué decidiste dejarle todo a tu secretaria y venir? -pregunté.

-No se lo dejé todo -se queja. Lo miré de brazos cruzados y él bufa-. Fue la mitad -enarqué una ceja-. Más de la mitad... pero bueno eso no es importante. Yo... vine porque supuse que en estos tiempo... quizás te vendría bien un amigo o algo.

Suspiré y miré al frente nuevamente. Sonreí un poco por la simpatía de Keigo.

-No se me dan para nada bien las amistades...

-Podrías intentarlo aunque sea, como una última oportunidad.

Sonreí mirando al suelo. Miré a Keigo quien sonreía más tiernamente.

-Está bien... Gracias...

ANGELITO 🔞 || Dabi x Tú ||Where stories live. Discover now