De aquí a unos años más ||Karmagisa||

Capítulo treinta y cuatro

—Entonces... ¿eres gay?

—Sí.

Karma ni siquiera se inmutaba o volteaba a ver a Terasaka, el cual pareciera que estaba aun procesando dicha información. Tampoco detenía su caminar por el pasillo.

—Ah...—se quedó callado unos segundos. Pero tanto Karma como Rio sabían que su cerebro aun no cargaba. —¿En serio?

—¿Por qué te cuesta tanto creerlo? No es tan difícil. — bufó Nakamura, quien caminaba a la par del pelirrojo.

—¿Tú lo sabías de antes?

—Sí, desde hace mucho.

—Demonios. ¿Por qué siempre soy el último en enterarme de estas cosas? Ustedes me dejan de lado. —se quejó el castaño.

—¿Por qué crees tú? — contestaron los dos al unísono.

—¡Está bien! Lo acepto. —gruñó.— He hecho comentarios... un poco desafortunados. Pero ya entendí que estaba mal. — no recibió respuesta.— Uhm... lo siento si dije cosas que los hiciera sentir mal.— bajó un poco el volumen de su voz, sonando bastante sincero.

Karma y Nakamura se miraron entre sí y rieron.

—Tranquilo, sabemos que eres algo idiota. Pero no eres malo.— la chica se encogió de hombros.

—¡Que bien! Entonces ya no hay necesidad de secretos. — habló ahora más animado.—Nakamura, ya me puedes dejar ir a tu casa y Karma, ya no tienes que esconderte para estar con tu novio.

—¿Qué? Oye, oye, espera.— Akabane detuvo el paso y se giró para encarar a su amigo.— Yo no tengo novio, ¿de qué diablos hablas?

—Ah, creí que ese Isogai...— frenó sus palabras cuando el pelirrojo soltó un quejido y se cruzó de brazos.— ¡Oh, vamos! ¿Y todo ese show que hiciste de ir a rescatarlo qué fue? Hasta nos suspendieron por eso.

—Eso no tiene nada que ver.

—Ay, pero... tú eres gay, él es gay... y siempre están juntos. — Terasaka dijo, demostrando lo concreto que puede ser a veces. — es como sumar uno más uno.

—Igual es cierto que Isogai-kun se muere por Karma. — agregó Nakamura, metiéndole más leña al fuego.

—¡No! No tiene nada... agh. Me cansan ustedes dos.— se adelantó a sus amigos para dejarlos atrás, totalmente indignado.

Ryouma se rascó la cabeza, con la mente hecha un lío y gruñó.

—¿De nuevo metí la pata?

—Nah, es solo que está pasando por una crisis. No hay mucho que se pueda hacer. —Rio se encogió de hombros.

Hubo un corto silencio entre ellos. Terasaka rodó los ojos y aclaró su garganta.

—¿A ti no te importa lo de Karma?

—¿Eh?

—Es que siempre pensé que te gustaba él.—se encogió de hombros.

—¿Karma? Iugh, no. —fingió una arcada. — No puedo ni imaginarlo.— recibió únicamente un asentimiento como respuesta. Sonrió de lado y comenzó a balancearse sobre sus pies. — Además... creo que mi tipo son más los grandulones descerebrados.

El contrario se quedó pensando un momento, finalmente frunció el ceño y chistó:

—Vaya, que mal gusto tienes.

Grande fue la cara de incredulidad de Nakamura. Realmente Terasaka era un estúpido. Pero bueno, nada que hacerle; así lo quería.

...