Capítulo siete

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"Llevaba cerca de diez minutos divagando en sí tocar el timbre de una vez por todas, pero mientras más lo pensaba, más se arrepentía. Han pasado tres días desde el incidente en la casa del mayor, y desde entonces que no se atreve a visitarlo. Sabe que Nagisa no tiene idea de que él lo vio en esa situación tan comprometedora, pero aun así siente que morirá de vergüenza en cuanto lo vea; sin mencionar las miles de cosas que ha pensado del peli-celeste en esos días.

Finalmente se decidió y llamó a la puerta, no tan seguro, pero ya no había vuelta hacia atrás. Esperó unos segundos y la puerta por fin fue abierta.

— Karma, eres tú. Hace días que no vienes. ¿Qué te ocurrió?— escuchó al dueño de casa hablarle; él tenía la vista desviada, por lo que aún no lo había visto a la cara.

— Tuve muchas cosas que hacer en la...— cuando se dignó a mirarle a los ojos, su voz se reprimió y le vio sorprendido. 

Nagisa tenía algo distinto, algo muy notorio, a decir verdad. Había cortado su cabello.

— ¿Qué?— preguntó el mayor al notar la extraña reacción de Karma.— Oh, sí, mi cabello. ¿Me veo raro?

— ¿Qué rayos te hiciste?

—¡¿Eh?! ¡Tú siempre decías que parecía chica con el cabello largo, y ahora me vienes con esa reacción!— refutó algo indignado.

— ¿Entonces lo que querías era verte más masculino?

—N-No... sólo quería un pequeño cambio, así que... Ugh, sólo entra.

Karma no dejaba de ver al peli-celeste y su nuevo estilo de cabello; se le hacía tan raro verlo de esa forma, ya estaba acostumbrado a un Nagisa de pelo largo, incluso le gustaba jugar con él. Pero había algo que le hacía sentir incómodo, le atraía de sobremanera ese corte, mejor dicho, cómo se le veía a Nagisa.

Demonios, se veía tan guapo.

Karma se golpeó la cabeza y negó repetidas veces. No podía seguir pensando esas cosas como si le gustara Nagisa. 

—«Eso no es posible.»— dijo en su mente.

—Me sorprendí mucho cuando no viniste a verme en estos días. Nunca has estado tan ocupado con la escuela como para no venir.— se sentó a su lado en el sofá y le entregó una leche de fresa.

—« No, definitivamente no es eso.»— negó por segunda vez.— Veo que me extrañaste, ¿eh?— dijo con burla.

—Claro que te extrañé.—Akabane por poco y escupe la leche. La mano del mayor se posó sobre su cabeza y empezó a acariciarle. 

Esa sonrisa, esa estúpida y radiante sonrisa. Sentía su estómago revolverse y su pecho acelerarse.

— ¡Voy al baño!—se levantó de forma brusca y salió disparado hacia dicho cuarto, dejando a Nagisa confundido.

Se encerró con pestillo en el baño, y largó un pesado suspiro. Apoyó sus manos en el lavamanos y se vio al espejo.

— Entonces sí es eso.— dijo resignado.

¿En qué momento le había empezado a gustar Nagisa?"

Despertó de su ensueño, en el que había recordado esa situación de hace tres años atrás. Limpió su boca de todo rastro de dentrífico y dejó el cepillo de dientes a un lado, para luego salir del baño. Bajó las escaleras, encontrándose con sus padres en la sala.

— Ya me voy.

—Oh, Karma.—lo detuvo su madre.— ¿Hoy irás a ver a Nagisa-kun?

—No, hoy le toca ir a la universidad. 

— Bien, entonces llegarás temprano. No te metas en peleas, ¿bien?—le advirtió.

—Bien.—se despidió de sus padres y salió rumbo a la escuela.

Las cosas habían cambiado un poco en esos años: Ahora sus padres no se iban de viaje por temporadas tan largas, así que podía pasar más tiempo con ellos; se había vuelto un poco relajado en cuanto a la escuela, tanto que a veces se saltaba las clases, aunque eso no afectaba en su promedio sobresaliente; se volvió un poco agresivo y estaba constantemente metido en peleas dentro o fuera de la escuela. También —y no es algo que le agrade mucho— las visitas a Nagisa se volvieron mucho menos frecuentes desde que éste último había entrado a la universidad. Era algo que le molestaba bastante; deseaba pasar más tiempo con él, como cuando era niño y lo veía todos los días. Sí, se volvió algo codicioso, pero no podía evitarlo. 

Quería ver a Nagisa, estar con él todo el tiempo, hablarle de cualquier tontería. Pero eso ya no era posible.

No podía evitar ser codicioso, no desde que aceptó los sentimientos que habían aflorado a lo largo de esos años por Shiota Nagisa. Y deseaba poder estar con él, pero de la forma que ha querido desde hace tres años.

Pero eso nunca sería posible.

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WEÓN, tremendo bloqueo el que me dio dioh meoh.

No es que no sabía cómo continuarlo, es sólo que tenía un hueco que necesitaba para avanzar. Pero lo logré ;)

KDJDKJF Ya, por fin estamos en el real presente. Con un Karma de 15 y un Nagisa de 20 

Ahora sí se viene el real desarrollo (¿Y qué mierda fueron estos putos seis caps anteriores?) Ahre, pero ustedes me comprenden (?)

Y perdón por hacerlos esperar tanto ;w;

Bye~

De aquí a unos años más ||Karmagisa||Where stories live. Discover now