Capítulo cinco

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Karma se encontraba en el patio trasero de la secundaria, bajo un árbol, junto con sus amigos; aunque estaba algo alejado, ya que estos dos estaban peleando como es de costumbre.

—¡Tú eres un gorila estúpido!

—¡Y tú una rubia oxigenada!

—¡Ya cállense! Me tienen harto.— se quejó Karma, quién ya no tenía con qué distraerse al haber terminado de beber su jugo.

La rubia y el castaño, sorpresivamente, hicieron caso a la exigencia de Akabane; aunque las miradas asesinas entre ellos no se detuvieron.

— No es mi culpa, el idiota de Terasaka siempre está robando de mi comida. Y tú ni siquiera me defiendes.— alegó la chica.

—No creo que sea necesario, Nakamura. Le dejaste un rasguño bastante feo en la cara.

—Entonces defiéndeme a mí.— se metió el grandulón.

Terasaka Ryouma era un viejo amigo del pelirrojo; fueron a la misma primaria y terminaron juntos allí también, aunque en clases distintas. Mientras que Nakamura Rio es una compañera de clases suya; se llevaron bastante bien con los días al tener personalidades similares.

Aunque Terasaka y Nakamura seguían sin llevarse muy bien.

— Yo no me meto en peleas de esposos, lo siento.— contestó Karma burlón.— Además...

Dejó de hablar cuando notó que Rio estaba mirando hacia otro lado; se puso a su lado para saber lo que le llamaba tanto la atención.

Dos chicos de tercer año habían venido al patio sigilosamente. Nakamura suspiró aliviada.

—Creí que era algún profesor. Si nos pillan aquí en horario de clases otra vez, llamarán a nuestros padres.

Los tres chicos estaban a punto de voltear nuevamente, hasta que uno de los chicos mayores agarró a su compañero y lo acercó hacia su rostro. Empezaron a besarse de forma muy sugerente, cosa que impactó a los menores.

— Uh, esto es incómodo.— susurró Karma, volteando de nuevo para apoyarse en el árbol.

— Sí, creí que...

—Que asco, joder.— Terasaka hizo una mueca de disgusto.

— No seas inmaduro, sólo se están besando.

—No es eso. Qué asco ver a dos hombres besándose.— dio a entender su punto.— Que mala suerte; de haber sabido que aquí es donde los gays vienen a esconderse, no habría venido.

—Hey, cálmate. No te afecta en nada.— el pelirrojo se sorprendió por la actitud de su amigo.

— Es que los gays me dan asco. Sólo son pervertidos. No puedes estar cerca de uno, porque al primer descuido se aprovechan y te dan un agarrón.

— Deja de decir idioteces. Esos sólo son mitos dichos por gente estúpida.— la rubia subió el tono, demostrando cierto enfado con las palabras de Ryouma.

—Solo digo la verdad.

—¡Eres un imbécil!— se levantó de golpe y empezó a caminar.

—¿A dónde vas? Aún no tocan la campana.— preguntó Karma, quién había estado callado hasta ahora. Mas no recibió respuesta de la rubia, y desapareció al doblar el edificio.

—¿Por qué se enoja tanto?— Ryouma quedó algo perplejo por la actitud de Rio.— Bueno, supongo que ya no querrá ir al parque con nosotros después de clases.

—Mnh... Yo tampoco voy. Dejémoslo para otro día.

—¡¿Eh?! Demonios.

....

Las se preguntaba si Nagisa estaría en casa; le había dicho el día anterior que iría al parque con sus amigos después de clases, por lo que no pasaría por su casa. Pero allí estaba, parado frente a la puerta del peli-celeste, ya que sus planes se habían suspendido.

Tocó el timbre, pero el sonido de éste nunca se escuchó.

—Supongo que se averió.— tocó la puerta y se quedó esperando, pero tampoco hubo respuesta.— Uf.

Esa no era la primera vez que Nagisa no le habría la puerta; habían veces en las que se quedaba dormido o estaba escuchando música con los audífonos puestos, en otras ocasiones... era pillado haciendo cosas algo vergonzosas.

El punto es que ya sabía cómo entrar por su cuenta; Nagisa siempre dejaba la ventana trasera abierta, ya que se le olvida las llaves muy seguido.

Fue hasta el patio trasero y entró por dicha ventana; todo estaba muy silencioso, lo cual le hizo creer que Shiota realmente había salido. Hasta que escuchó un ruido proveniente del segundo piso. Subió las escaleras y llegó a la puerta de la habitación de Nagisa.

—Entonces sí estabas en casa.— estaba a punto de entrar de la forma más escandalosa posible, con el objetivo de dejar al mayor pegado al techo del susto. Sin embargo, un ruido algo extraño le hizo retractarse.

Era algo como... Como un jadeo.

Abrió la puerta con el mayor cuidado posible y miró a través de la pequeña abertura; aunque luego desearía no haberlo hecho.

Nagisa se encontraba recostado a horcajadas sobre otro muchacho, en ropa interior y con la camisa desabrochada; lo besaba tan enzañado que en ningún momento se percató de su presencia. Los jadeos y gemidos aumentaban cada vez más, y Karma estaba petrificado de la impresión.

Podía reconocer al chico bajo Shiota; era ese amigo que estaba en la casa el otro día, ese tal Sugino.

Fue cuando notó que el resto de ropas que quedaban en su ex-niñero, estaban siendo despojadas del cuerpo de éste, que reaccionó para salir huyendo de la casa ajena.

Sentía la vergüenza a flor de piel y trataba de no pensar en lo que vio, pero eso era imposible.

—¿Nagisa... Él estaba con otro...?— se decía a sí mismo para autoconvencerse, aunque no quería hacerlo en realidad.— ¿A Nagisa le gustan los hombres?

•••

Porque cómo Karma no sufrió el trauma de pillar a sus padres cogiendo, lo sufre con el que fue su niñero KJSKSKDJD

Pos eso, Karma al fin se dio cuenta de que Kayano no era la novia de Nagisa, y que a éste último le gusta el pene. AHRE ;;

Bye~

De aquí a unos años más ||Karmagisa||Where stories live. Discover now