Capítulo 5.

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El paseo de la vergüenza de Liam.

muchísimas gracias por los 5k de SEDUCIDS #1 

Ainhoa.

Tire a ambos lados los cuerpos que se interponían, pero fui muy estúpida al ir corriendo con los ojos cerrados. Con los tacos tan altos me torcí un pie y caí encima de un chico.

Mierda, mierda.

—Lo siento —me disculpe y me levante lo más rápido que pude.

—¡Ainhoa! ¡Oye, espérame! —grito la voz de Liam a mis espaldas. Tuve el impulso de correr, juro que lo pensé por un minuto.

Si no hubiera visto quien se divertía bebiendo y fumando desde la cocina me hubiera quedado allí, disfrutando un poco más.

Josh se divertía con sus amigos, le gustaba este ambiente, rodeado de chicas a las cual impresionar. Fumar como todos lo hacían y no preocuparse de lo que pasara después. Me sentía tan ajena en su vida, como si fuera la maleta que él tuviera que cargar después de dejar Nueva York.

Así que me detuve, deje que Liam me alcanzara y se pusiera delante de mí. Estaba sin aliento de tanto correr por esa casa gigantesca de fraternidad.

—Casi pensé que no te alcanzaría —tomo exageradamente aire poniéndose una mano en el pecho— correr borracho es aún más difícil que intentar poner la llave en la entrada de casa estándolo. —me hizo gracia, si algo se le daba bastante bien a Liam era hacer reír a la gente sin siquiera esforzarse. Me agradaba. Ladeó la cabeza intentado mantener los ojos abiertos— ¿nos vamos a casa?

Ese ya no era mi lugar.

—Vámonos Liam.

Su rostro se contrajo en una mueca.

—Si... no esperaba esa respuesta —rasco su nuca escapándosele una risita— lo cierto es que estoy borracho, ya es todo un logro que pueda permanecer de pie.

Casi reí por la ironía.

—No me he movido porqué siento que me caeré ¿Qué hacemos? —añado.

Mira a nuestro alrededor con los hombros encogidos y sus parpados vacilantes.

—Podríamos quedarnos parados aquí hasta que se nos pase —le arrugo la nariz negando con la cabeza— o también podrías apoyarte en mí y yo en ti.

Me moví antes que las palabras salieran por mi boca.

—Sí, hagamos eso.

—Antes, tengo que ir a tomar un litro de agua —dice.

Pasa un brazo por mis hombros y yo rodeo su cintura con el mío. Hago una pausa para quitarme otra vez los tacones, Liam me espera.

Le asentí y este comenzó a moverse.

Caminamos a paso torpe tambaleándonos a ambos lados mientras intentamos llegar. Liam se deja apoyar en el borde de la mesa mientras yo maniobré para que el agua cayera en el vaso.

No es tan difícil.

¿Entonces por qué no se llena?

No sé, no me juzgues.

El vaso se llenó y se lo tendí a Liam, se lo bebió de una y me pidió que lo volviera a rellenar. Le serví cuatro y los cuatros se los bebió sin rechistar.

No había rastro de mi novio por aquí, mejor.

—Ya estoy bien, vamos.

Me posicione en el hueco de su brazo que me tendió y lo ayude a caminar, al igual que el evitaba que me cayera.

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now