Capítulo 14.

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Ganas.

Liam.

Esa chica besaba increíblemente bien y era estupenda. Se llamaba Alicia y tenía manos de mantequilla. A penas mis labios tocaron los suyos su mano bajo hasta meterse en mis pantalones, me agarro el pene de tal forma que tuve que alegarme si no quería venirme en ese instante.

Pero quería que volviera a hacerlo, ¿hace cuánto que no besaba a una chica ni me enterraba en una? Era sorprendente el tiempo y presentía que esa sequia se acabaría con ella.

Nos estábamos besando cuando, no sé por qué, pero abrí los ojos y la vi. Estaba furiosa y el tono de su piel se perdía con el de su cabello, me dio miedo verla así, apretando los puños y caminando hacia mí. Pude deducir que ahora quería volarme la cabeza y me preocupe cuando sus ojos fueron directos hacia Alicia.

No fui lo suficientemente rápido y mucho menos me lo espere cuando Ainhoa se abalanzo contra Alicia con los labios apretados, tuve el instinto de acercarme cuando me tuve que detener... definitivamente me tuve que detener por qué... Ainhoa junto su boca con la de Alicia y comenzó a besarla con tanta ferocidad que creí haberme confundido de pelirroja y que esa chica que le comía la boca a otra no era mi princesa.

No supe que hacer, joder ¿Qué estaba haciendo?

Cuando se separó me miro, se mordió el labio volviendo a centrarse en Alicia que la miraba con la boca abierta, fue en ese entonces cuando Ainhoa se dio cuenta de lo que había hecho y sus ojos se movieron como locos, se llevó una mano a la boca. Una lagrima silenciosa cayo por su rostro.

—A-Ainhoa... —murmure.

No respondió ni tampoco la alcance cuando salió corriendo empujando a todas las parejas que bailaban. De repente me di cuenta por qué me estaba buscando... todos en ese puto lugar estaba liándose.

Soy una mierda.

Enojado por mi descuido mire el hielo derretido de la copa que había ido por ella, joder me distraje mientras ella estaba esperándome. ¡Joder, joder, joder!

Tenía que encontrarla.


Ainhoa.

Si no pensaba en ello no era tan mortificante. Sorbí por la nariz. Si no pensaba en ello sería como si nunca hubiera pasado. De todas formas no era algo malo ¿no? ¿Entonces por qué carajo no podía dejar de pensar en ello?

Me sentí como una tonta cuando vi el rostro de Liam, su mente tan salida de orbitas al verme besarla que...

Joder la bese... había besado a una chica. Y lo más raro de todo es que me había gustado...

No sabía cómo mierda sentirme ahora. En lo único que pensaba cuando vi como Liam dejo de besarse con ella para mirarme fue que... quería besar a alguien, quería besarla a ella y sentir el sabor de Liam en su boca. Necesitaba tener algo de el para poder apagar las ganas que tenia de besarlo cuando me miraba de esa forma que hacía que dejara de pensar en todo lo importante, por qué sus labios eran la razón de por qué mi estómago estaba tan revuelto y mis labios tan ansiosos.

Pero el sabor de ella... sentir que yo tenía el control me había encantado y no se en que exactamente me convertía eso. ¡Ni siquiera sabía por qué mierda estaba llorando!

—¡Joder fíjate por dond...! ¿Ainhoa? —las manos de Abby rodearon mis hombros, estaba preocupada. Sonreí— estas llorando ¿Qué te paso?

Negué con la cabeza, no sabía si hablar de ello o dejarlo pasar.

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now