Capítulo 7.

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"La vida es un juego hecho para todos, y el amor es un premio"

Y te mereces más.

Ainhoa.

Había sido doloroso ver como Josh sopeso mis palabras, como se fue con los ojos vidriosos y como me sentí yo luego de decidir darnos un tiempo.

Era lo mejor, me había hecho sufrir demasiado y esto no venía solamente de ahora, si no que hacía tiempo que me hería con sus acciones sin darse cuenta.

Ya hace una semana que no hablábamos, tampoco con Liam.

No quiero decir que me sentí aliviada ni mucho menos mejor de que no hablásemos. Por qué aún tenía que disculparme por lo del otro día.

Si Josh quería volver a hablarme no hizo notar, creo que hasta se quitó un peso de encima.

Y yo me concentre en otras cosas aparte de tener que lidiar con chicos.

Ayer Lex y yo fuimos de comprar y me compre muchísima ropa de la cual no sé si podría usarla toda. Básicamente la deje jugar conmigo y fue ella quien la escogió. Era bonita, no un cambio drástico del negro al rosa pero eran de mi estilo.

Era sábado y pretendía quedarme metida toda la tarde en la cama trabajando o mirando películas en netflix.

El estudiante promedio se estaría arreglando para una cita o para la fiesta de fraternidades, en cambio yo me ponía la ropa más cómoda, me quitaba la ropa interior y me metía a la cama a disfrutar de mi soledad.

Podría llamar a Aleix, o ir a verlo pero nada se me antojaba. La semana había sido pesada y bastante estresante que al instante en que toque la cama me quede dormida.

Me desperté por el ruido del jaleo y que llamaban a la puerta.

De seguro era Dakota para que le prestara mi plancha de cabello. Me levante con pereza y ni siquiera me arregle el cabello cuando abrí.

Pero no era Dakota, era Josh.

Josh con dos cajas de pizza en la mano y una sonrisa radiante que se me contagio.

—¿Perdonas a este gilipollas? —pregunto con las mejillas sonrosadas de la vergüenza. Me cruce de brazos intentando que mis comisuras no se elevaran— por favor, el tiempo ha sido muy tortuoso para mi ¿me perdonas?

Suspire negando con la cabeza, mi corazón latió por el cómo hace mucho que no hacía y me corrí a un lado para que el pasara.

Me dirigió una mirada suplicante y sonreí, el dejo la piza en mi escritorio y se acercó a mí a paso decidido. Nos encontramos en el camino, justo antes de lanzarme sobre él y rodearlo con mis piernas.

Fui yo quien lo beso, ansiaba hace mucho besarlo y no me corte en introducir mi lengua en su boca. El único ruido que se escuchaba era el de nuestros besos húmedos y mis pequeños jadeos cuando quito mi camiseta y le dio la atención que necesitaban mis senos. Me llevo hacia la puerta, sentí la madera fría con mi espalda desnuda.

Gruño sobre mi pezón agarrándolo con los dientes, él tenía muy claro que mis pezones eran sensibles y era lo que más me gustaba que tocara.

Volví a besarlo esta vez mordiéndolo un poco fuerte cuando se froto contra mí.

Lleve mis labios a su oreja y le susurre lo que quería que me hiciera. Rápidamente puso sus manos en mi culo y entre beso y beso me dejo sobre la cama.

Me quite el pantalón de pijama mientras Josh se quitaba la camiseta y los pantalones, sus ojos se fueron directamente a mi entrepierna mientras se tocaba a sí mismo.

Sedúceme como quieras #2 ©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora