Epílogo.

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Un año después.

Liam.

Mentiría si les digiera que no la busque, fue estúpido, pero tenía que hacerlo para por fin darme cuenta de algo. El ser humano se aferra a otro ser humano cuando lo pierde, y eso provoca una carga sobre los hombros en donde te cuestionas todas tus acciones que pudiste haber hecho mal.

Siempre estuve cometiendo el mismo error. Pero ya estaba cansado de correr siempre por las personas que amo que me acostumbre a hacerlo, y cuando por fin me detuve a tomar un poco de aire y me volteé a mirar, nadie estaba corriendo por mí.

Con Jenna y Ainhoa siempre fui yo la persona perseverante, casi como si estuviera luchando una batalla solo. Pero ya no más.

Hoy se cumplía un año desde ese día y creo que te tengo que poner un poco al día.

¿Estás liste? Bien, comencemos.

Parecía que había pasado décadas de haberla visto, cuando en cambio habían sido solo tres horas. Tres horas desde que tuve que contarles todo a mis padres, asearme y disculparme. Mire a los ojos de papá mientras relataba todo lo que había hecho. Mamá estaba ella un manojo de lágrimas y nervios mientras se aferraba a mi camisa. Papá solo me miro inexpresivo para luego decirme que si hubiera estado en mi lugar habría actuado igual, porque la rabia ciega y aturde.

Una vez terminado de hablar nos subimos al coche y partimos al hospital. Por lo que sabía mi hermana estaba bien y había despertado hace uno o dos días. La extraña, y también quería ver a Logan.

Cada paso me acercaba más. Durante el camino entre en un trance en el que acababa de despertar al ver el número de la habitación de mi hermana. Allí estaba, a solo metros de su regaño.

Les pedí a mis padres que nos dejaran solos.

Mi hermana estaba conectaba a una intravenosa mientras se zambullía un pastelito que probablemente era de manjar —que lo más seguro es que lo tenía prohibido—  cambiando de canal con ceño fruncido. A penas me vio se incorporó de golpe en la cama hasta quedarse de pie sobre ella.

Yo pensé en su operación y si era correcto que ella hiciera ese tipo de movimiento.

— Liam... — me dijo con la voz temblorosa.

Y luego solo recuerdo haber caído de rodillas y derrumbarme por completo. Como cuando le quitas una piedra a un riachuelo y el agua comienza a correr con fuerza desenfrenada. Me arrodille a sus pies y le pedí perdón por no estar allí, y después me desmaye.

Luego vi a Logan, se derrumbó frente a mis ojos y pidió disculpas por no haber protegido lo suficiente a mi hermana.

Por otro lado se fue un año y comenzaron las vacaciones de verano. Logan, Lexie, Aleix y yo encontramos empleo y trabajamos el primer mes de nuestras vacaciones en un pequeño restaurante como meseros.

Zac y Abby tomaron los pocos ahorros que tenían y tomaron un vuelo hacia Tailandia, luego se irían por la carretera parando a coches para que los llevara a un destino indefinido. Estaban verdaderamente locos.

Mamá y Papá tomaron su misma iniciativa y partieron a hacer ese viaje que tanto quería hacer a Machu Picchu.

Luego de renunciar nos fuimos tres semanas a la cabaña donde nos alojamos hace unos meses y ahí estuvimos.

Un día por la mañana vinieron tres chicas a tocarnos la puerta, vecinas. Querían invitarnos a una fogata que se celebraba en honor a unas pequeñas tortuguitas que habían roto el huevo y emprenderían su camino al mar.

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now