Capítulo 10.

524 37 15
                                    

TENGO GANAS DE HACER UN EXTRA DE ADAIR, NO SE ¿QUE ME DICEN?

"Tendré que soportar alguna oveja si quiero conocer a las mariposas"

La primera grieta.

Ainhoa.

Sigo sin poder comprender porque el techo de la habitación es blanca cuando la de mi amiga era de color rosa palo, ni porque las sabanas están tan calentitas y el cuarto está repleto de trofeos que no puedo llegar a leer.

No me quiero mover, no quiero ni siquiera comprobar si mis bragas están en su sitio y por más que me diga que quizá estoy en la habitación de invitados, sé que el olor de estas sabanas es de una persona completamente distinta a mi amiga.

Obligo a mi cuerpo con resaca no cagarla esta vez. Es la segunda vez que me despierto con su olor en la nariz, y esto no puede seguir pasando. Aunque es demasiado adictivo su olor a perfume, sudor y un poco a él.

No. Puede. Seguir. Pasando.

No cuando mi corazón se aceleró de esa manera anoche.

Me armo de valor para poder abordar esta situación de la mejor manera posible y giro la cabeza. No hay señal de Liam, ninguna. Me tranquiliza saber que quizá me dejo dormir aquí mientras él dormía en otra parte. La cama es tan grande, hace tiempo que no duermo en una así de cómoda y grande como para esparcir mis piernas por toda ella a mi gusto. Josh tiene una matrimonial pero si decimos verdades que duelen, nunca he pisado su habitación ni dormido en su cama.

Detengo el movimiento de mi cuerpo que se estira cuando escucho un gruñido masculino seguido de un murmuro. El ruido proviene de esta habitación.

Cubro mi cuerpo con las sabanas por el frio de la mañana y me asomo por el borde de la cama. Mis ojos se abren como platos cuando encuentro a Aleix abrazando a Liam por la espalda con una pierna rodeando su cuerpo.

Parecen una pareja ¡dios mío!

Necesitamos hacerles una foto.

El único móvil que encuentro cerca es de Liam, lo sé por el fondo de pantalla donde aparece con Lex, pongo la cámara y les tomo la foto.

El corazón se me acelera a más no poder cuando sale la foto con flash y hace que ambos frunzan el ceño. Tapo mi boca aguantándome la carcajada que quiero soltar al verlos tan cómodos y apretados en el suelo.

No aguanto más y estallo.

—¿Qué es lo gracioso? —me pregunta un muy enfurruñado Liam quitando la pierna de Aleix de encima.

Casi creo que hará una mueca de asco o se sentirá incomodo por haber estado así de cerca con su amigo pero no, no lo hace...

En vez de eso se incorpora y recoge las frazadas arrugadas, tapa con ellas a su amigo que se da la vuelta casi por instinto. Ese gesto me parece tan tierno y poco común ¿sabes? lo primero que te esperas cuando ves a un hombre demasiado cerca de otro es que se digan entre si la palabra con M y se asqueen porque piensan que hacer algo así los hace menos hombre pero, Liam no.

No me había dado cuenta de no había respondido a su pregunta y me había quedado completamente embobada con el gesto.

Liam me frunce el ceño.

—¿Dormiste bien princesita? —pregunto una vez levantándose del suelo y metiéndose a la cama conmigo. Me alarmo cuando acerca su cuerpo demasiado al mío tapándose hasta el cuello— ¿quedaste con ganas de adueñarte de otra de mis pertenencias? Ya van dos princesa, ¿Qué sigue?

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now