Sedúceme como quieras #2 ©

Capítulo 25.

El despertar.

Ainhoa.

Me desperté bajo el peso de Liam, ya hace unos veinte minutos que estoy intentando darme la vuelta y salir de debajo de él, pero parece que cuanto más me muevo más aprieta sus brazos alrededor de mi cintura.

Tampoco es que me moleste pero joder, necesito ir con urgencia al baño. Solo dormí unas pocas horas para despertar tempranísimo, aun acostumbrada al horario de clases.

Pero Liam parece tener el sueño completamente profundo.

Debo ser rápida y precisa para remplazar mi cuerpo con la almohada. Cuento hasta tres para moverlo, tomo la almohada y de apoco la introduzco entre mi espalda y el pecho de Liam, cuando sus brazos ya la tocan me doy la vuelta, lejos de sus brazos.

Me quedo completamente quieta cuando lo veo fruncir el ceño y apretar aún más la almohada.

Tapo mi boca cuando una amenaza de risa estúpida nace.

Me incorporo llegando hasta la orilla y no puedo evitar hacer una mueca, me duele la entrepierna y uno de mis pechos, el que estaba bajo el colchón. Acomodo el piercing para que no duela, estiro el cuerpo.

Por el camino robo su camiseta y la paso por mi cabeza. Huele a él, o quizás soy yo. Muerdo mi labio sonriendo como una tonta, casi parece que la noche fue un sueño. Fue lo primero que pensé al despertarme, luego vi mi cuerpo desnudo, el dolor de mi entrepierna y a él aferrándose tanto a mí que desde entonces me es imposible no sonreír.

La camiseta me queda por suerte bajo la curvatura del culo, lo que agradezco a la genética por hacerme más bajita que él. No quiero pasar vergüenza y que alguien vea mi culo desnudo, ya que no encontré mi tanga.

Voy al baño de la planta baja para que nadie me escuche, me aseo y lavo mis dientes y cara. Cuando termino voy de puntitas para intentar no hacer ruido y que Aleix se despierte.

El pobrecito tiene todo el cuello torcido y sus brazos sobresalen del sofá.

Estoy llegando al inicio de las escaleras cuando me detengo por completo.

—¡Oh por dios! —espeta una muy mojada Abby desde la cocina con un vaso que está a punto de soltar. Abre los ojos como plato y la boca en forma de O al repasarme con los ojos— ¡Perraaa!

—¡Chtsss! —lanzo una mirada al sofá y gracias a dios que Adair no se despertó.

Apunto hacia el sofá.

—Déjalo, está bien muerto.

Rio para mis adentros.

Me hace una seña con la mano para que me acerque. Con el corazón en un puño me acerco a ella mientras se toma de un solo sorbo todo el contenido del vaso.

—No me digas que te acostaste con Liam —dice cuando me acerco. Toma de mis manos y camina hacia atrás, lejos de todo peligro.

Mierda.

—¿Nos escuchaste?

Vuelve a abrir los ojos como platos.

—Por supuesto que no, llegue bien muerta anoche pero te vi, así, a culo suelto y fue obvio que tuviste una noche movidita —abre la boca y la cierra como si no encontrara las palabras— definitivamente con Logan, Zac y Aleix no te acostaste y Adair —mira de reojo a nuestro amigo— solo quedaba Liam pero mierda... yo solo bromeaba.

Mierda dos veces.

—Si... pace la noche con Liam —digo con los ojos cerrados.

—¡Te acostaste con Liam! —espeta dando saltitos en el lugar.