Capítulo 6.

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Arther Sales. Ben.

MADELEINE.

Después de contarle todo a mamá, me acosté con ella, y me dormí ahí. En la mañana ella se iba a trabajar, y me despertó para avisarme que ya se iba.

-Hija, en la heladera tenés comida, y además hay algo más que podría gustarte. Cualquier cosa me llamas ¿Si? Te amo Mad...-dijo mamá y se marchó. Escuché su auto hasta la esquina, pero como aún era temprano no quería levantarme de la cama. El sueño se me había ido, puse ele pero seguía en cama. El hambre me estaba agarrando como si fuera un huracán, asique decidí ir a la heladera a ver que había para desayunar. Puse la pava para prepararme un té, ya que me dolía demasiado el estómago. Abrí la heladera y mis ojos brillaron, mamá se quedó hasta tarde haciéndolo seguro, una torta de chocolate con muchas cerezas, sin dudas mi madre era la mejor, siempre sabía qué hacer para levantarme el ánimo.

Preparé una bandeja con un pedazo de torta, y mi taza de té, y la llevé hasta la habitación de mamá. La llamé para agradecerle, pero no pudo hablar mucho, porque estaba con muchos pacientes. Prendí la tele, y puse Titanic, mientras desayunaba. Había visto la película un millón de veces, pero aun así no me cansaba de verla.

La película iba por la mitad, y yo ya había terminado mi desayuno. Iba a buscar otro pedazo de torta, cuando veo que Ben me llamaba.

-Hola Ben, bue día...-atendí.

-Buen día bonita, perdón la hora, quería invitarte esta tarde a la casa de mi abuela, vienen mis padres y quiero que te conozcan...-dijo un poco con timidez. Le dije que con gusto iría, y se puso muy contento. Según lo que me había contado Ben, sus padres no lo querían mucho a él, siempre había sido el más ignorado de su familia, sentía lastima, por eso accedí a ir a lo de Estela.

Maia llegó a casa alrededor del mediodía, ya que también se quedaría sola. Al parecer John también la había invitado, y ella quiso ir, lo cual era mejor, así no iba sola. A las 17:00 debíamos estar en lo de la vieja, llamé a mamá para avisarle, y me dijo que estaba bien, se alegraba de que hiciera nuevos amigos. Maia se bañó en casa, primera, y mientras buscaba algo para ponerse, me bañaba yo.

Debíamos avisarle a Ben cuando estuviéramos, así él nos esperaba. Después de unos minutos, ya finalmente estábamos listas.

Una vez listas, llamamos a Ben avisándole que ya íbamos, se sorprendió mucho cuando se enteró que John había invitado a Maia. Llegamos rápidamente, muy nerviosas a decir verdad. Nos atendió Katherine, con una mirada confundida.

-¿Y ustedes?...-preguntó.

-Son nuestras invitadas...-agregó Ben, haciéndonos pasar. Erick estaba presente, su mirada no reflejaba placer.

-Buenas tardes chicas, nosotros somos Sara y Julián, los padres de Ben, es un gusto conocerlas...-habló la mujer, que era muy hermosa y refinada, su hija heredó todo de ella. En cambio su padre, era un hombre más informal, pese a que no tienen problemas de dinero, pero él se mostró menos agraciado con nosotras allí.

-Éste es un asunto familiar Ben, ya lleva a tus amigas a su casa, anda, rápido...-habló el hombre con poco humor.

-Ellas son nuestras novias, padre...-dijo John, agarrando la mano de Mai.

Doña Estela, y doña Sara, parecían las únicas contentas, ya que el resto de las caras de todos los presentes, eran de asombro, aún más la de Erick.

Ben sonreía majestuoso mientras me abrazaba por los hombros, mientras yo aún no reaccionaba ante esas palabras, y mi mirada se perdía con la de Erick, hasta que dos personas más se nos unieron, los padres de él.

Luces de FebreroDove le storie prendono vita. Scoprilo ora