Capítulo 14.

56 4 0
                                    


MADELEINE.

Erick se había casado, y si bien yo ya sabía esto, y aunque sabía que ellos no se querían, la sola idea de ellos dos juntos ya me martirizaba el alma.

Había decidido no ir al casamiento, primero porque no soportaría verlos a ellos dos juntos, y de seguro los señores Barwich no estarían muy contentos conmigo, ya que nuestra relación con Ben se había terminado, también seria incomodo verlo a él. Oscar me esperaría en la plaza que se encontraba en el barrio, cerca de la capilla donde sería el casamiento. Me dirigía a reunirme con él, cuando vi que Jayco se acercaba con una joven, la misma joven que ya había visto, la misma que era un misterio.

Decidí volverme a casa, y mandarle un mensaje a Oscar pidiendo disculpas por no poder ir. Me contestó apenado, y por un momento, sentí lastima, pero no estaba con ánimos de nada.

Las llamadas de Erick no cesaban, pero no tenía fuerzas para hablar con él ahora. Mamá me había dicho que teníamos que hablar de un asunto sobre mi padre, lo cual me enfureció más, y la ignoré. Era mucha información para mí. Asique, asi como estaba, me dormí, ignorando también las llamadas de Maia, y de Tania.

Al dia siguiente mamá me despertó, porque las chicas estaban en casa. No cambiamos más palabras, más que las de ella avisándome de mis amigas, y las mías solo diciéndole "bueno".

-Madeleine, hasta que finalmente apareces...-dijo Maia, abrazándome inmediatamente.

-Hola Mad...-dijo simplemente Tania. Iba a responderles, pero yo aún seguía media dormida.

-Madeleine, hoy no vendré a comer, creo que tengo que cubrir todo el dia y la noche. Asique tal vez vuelva mañana. Cuídate. Cuídense todas...-dijo, despidiéndose.

Me senté con mis amigas, quienes ya estaban preparando el desayuno, y miré fijamente a Tan.

-¿Qué pasa?...-preguntó la colorada.

-Tania, te fuiste de un dia para otro. Dejaste de hablarme, y no sé cuáles son tus motivos, y ahora vuelves como si nada. No entiendo nada...-dije casi al borde de las lágrimas. Nunca nos habíamos peleado, por lo menos no sin saber los motivos.

-Made, tranquilízate. Hay mucho para contarnos. Tan quiso juntarse con nosotras para explicarnos todo...-habló pacíficamente Mai. Hice una mueca, invitando a Tania a hablar.

-Mis padres se están por separar. Mi padre desde hace unos meses que engaña a mamá, y yo tuve la desgracia de presenciar uno de esos momentos. Sentí mucho asco y mucho enojo con él. Se los quise contar, pero en ese momento aparecieron en nuestras vidas Ben, Erick, y todos ellos. Sentí que con ellos podría despejarme de todo, pero no fue así. Por un momento sentí atracción por Ben, pero me di cuenta que él estaba interesado contigo...-dijo señalándome...-intenté acercarme a John, pero él estaba interesado en Maia, Erick, jamás en la vida se fijaría en mi...-decía, mientras algunas lágrimas aparecían...-pero no las culpo, no me enojé con ustedes. Mi enojo es contra mi padre, que ha arruinado nuestra familia. Después nos fuimos de viaje, para tratar de aclarar las cosas, entre nosotros, poder volver a tener la relación que teníamos, pero fue en vano, ya que él no dejaría a su amante. Esta noche se va de la casa, dejándonos a mi madre y a mí, por una chica que podría ser mi hermana, es tan solo un par de años mayor que yo...-dijo Tania, ya sin contener el llanto. Inmediatamente fuimos con Mai y la abrazamos, la conteníamos, como siempre habíamos hecho cuando alguna de nosotras sufría por algo.

Nos separamos para dejarla respirar, y le dimos un vaso con agua.

-Tan perdóname. Siento mucho lo de tus padres. Ben y yo ya terminamos nuestra relación. Y por si no sabes las nuevas, habíamos empezado un amorío con Erick...-dije tímidamente.

Luces de FebreroWhere stories live. Discover now