Capítulo 21

47 3 0
                                    


ERICK.

Kath estaba bien, Bastián también lo estaba, y sus locos hermanos también. El tal Marcus era el mayor, quien se había vuelto de no sé dónde, cuando se enteró que su hermano iba a ser padre. Jack, era el que le seguía. Él era más reservado, y por lo que me habían contado, no salía mucho de su casa, ignoraba el por qué.

Madeleine estuvo cuatro días sola en su casa, y estuve con ella, esas cuatro noches. Estar con ella era algo magnifico. Dormirnos juntos, desayunar juntos, apoyarnos, su apoyo era incondicional.

¡Creo que me estoy enamorando!

El ultimo dia que la vi, o sea ayer, una vez más salí por la ventana ya que su madre había llegado sin previo aviso.

Hoy no teníamos que ir al hospital, por lo que le pedí a John, que si tenía un tiempo libre, me acompañara a buscar un lugar.

-Sé a donde puedes llevarla...-me dijo Bastián cuando fuimos a visitarlo. Después de la visita allá nos dirigimos con mi amigo.

Le conté a John lo que tenía pensado hacer, primero rió, típico de él, luego, se preocupó por mí.

-¿Amigo estás seguro de querer hacerlo?-preguntó John.

-Claro que si amigo, es ahora o nunca-le respondí.

Estaba seguro de lo que iba a hacer, era lo mejor. Sabía que después de esto no había vuelta atrás, pero iba a continuar con mi plan.

John me acompañó a comprar unas cosas, mientras buscaba algo en una vidriera.

-No puedo creer que vaya a ser cómplice de esto-se quejó.

-No tenés que hacerlo si no querés, solo tenés que guardar secreto. Aunque sea hasta mañana...le pedí...-¿Qué buscas?-le pregunté.

-Un regalo para mi sobrino o sobrina...-contestó entrando en una tienda. Toda la ropita de bebe me causaba escalofríos, pero imaginaba eso en él bebe de Kath, y se me dibujaba una sonrisa. Ella sería una excelente madre.

Llamé a Mad, pero no contestaba, seguro estaba con su hermana y su amiga que habían vuelto a aparecer.

Ahora que lo recordaba, vi a Haily, reunida con Oscar en un callejón oscuro anoche, eso me daba mucha sospecha, si bien Mad confiaba en su hermana, para mi había algo en ella, que me generaba mucha desconfianza, y más después de lo que me había dicho del padre de Madeleine.

No conocía al sujeto, pero me generaba mala espina, después de todo, la había abandonado por su hermana. No iba a meterme en eso, pero, ¿Qué tenía que ver Oscar en esto?

John salió con un montón de bolsas, como si fuera una mujer. No tenía nada en contra de eso, pero siempre creí que eso solo lo hacían las mujeres.

-Tengo esto para ti...-dijo, regalándome una pala-te servirá para hoy-terminó riendo.

Cuando volví a casa, pensé en contarle a Kath mi plan, pero sabía cómo era, no iba a aguantar la presión, asique decidí ocultárselo. Hacía mucho que no le ocultaba nada, últimamente nos contábamos todo. Pero esto no, no aun.

John le entregó todas las bolsas a su hermana, y al igual que una mujer, por poco, le abre él todos los regalos.

-Gracias por todo John-dijo Kath, abrazándolo, hasta que notó la pala.- ¿Y esa pala?

Con John nos miramos, y me di cuenta que no iba a poder callarme, asique lo conté. Comenzó a gritar como una loca, y por un momento creí que iba a usar esa pala conmigo.

Luces de FebreroWhere stories live. Discover now