Capítulo 28

32 2 0
                                    


MADELEINE

Toda la semana estuvimos con Haily pensando que íbamos a hacer. Todo se había vuelto complicado, confuso, raro.

Sabía que Erick había vuelto, pero no me había buscado. Ben mantuvo su distancia, no quería provocar peleas con el que era mi ex novio. Por mi parte, no deseaba verlo, ya me había quedado más que claro qué lugar ocupaba en su vida.

Kath estaba en una etapa muy linda. Cada vez faltaba menos para que bebé naciera, la pequeña Martina, una niña que crecía muy sana y saludable.

Esta mañana la acompañaríamos a una de sus últimas ecografías. En el mismo hospital donde mamá trabajaba. Con ella todo había cambiado, pero no pensaríamos en eso ahora.

-Señorita Barwich-la enfermera llamó a nuestra amiga. De más estaba decir que todas nos encontrábamos acompañando a Kath, ya que Bastián no pudo acompañarla esta vez.

Primero ella entraría sola para hablar con su médico, aunque de todas maneras entró con John, ya que le daba miedo hacerlo sola. Ben también esperaba en la sala, pero la sorpresa fue cuando Erick apareció, actuando como si nada sucediera o hubiera sucedido.

Saludó a Ben, y luego a las chicas. Yo no me atrevía aun a mirarlo a la cara.

-Hola, Mad-dijo, cuando llegó a mi lado.

-Hola, Erick-dije simplemente.

-Te ves muy linda hoy.

-Gracias.

-¿Ya nada volverá a ser como antes?

-¿Cómo crees Erick? Me dejaste, me engañaste y no estuviste cuando más te necesité. Pasé mil cosas horribles y, ¿Dónde estabas? No lo sé. Ni un mensaje, ni una llamada, nada. Seguro tenías tus propios problemas, pero tratándose de mí, huiste. He sido siempre muy buena, pero me rompiste el corazón, y para eso ya no hay remedio.

-Claro, yo soy el único culpable. Pero que me fui, y no perdiste tiempo en meter a otro en tu cama, entre tus piernas.

El fuerte ruido se escuchó por toda la sala. En este momento reinaba el silencio. Mi cuerpo se había tensado.

-No te atrevas a hablarle asi-dijo una voz. Mis ojos se habían llenado de lágrimas por el momento. A unos pasos vi a Ben, lo que significaba que él no había sido.

-Espero que me hayas entendido Erick-la voz era de Haily. Mi hermana había golpeado a Erick. Ella me había defendido.

No siempre se necesitaba de un hombre para defenderte. Las mujeres también defienden a las mujeres. Las mujeres somos guerreras, somos fuertes y tenemos valentía. En un mundo donde los hombres piensan que tienen el control, es difícil demostrar que las mujeres nos valemos solas, y cuando lo hacemos, somos recriminadas, uno de los motivos por el que nos hacen sentir inferiores. ¡Si supieran cuan equivocados están!

Pero los hombres son hombres, y mientras ellos crean tener el poder, el mundo seguirá siendo lo que es.

Erick le iba a contestar a mi hermana, pero una enfermera salió para llamarlo.

-Erick Valerian, la señorita Barwich lo espera.

-¿Y puedo saber para qué?-gruñó molesto.

-Pensó que querría conocer a su sobrina. Si no quiere le digo que no y...

-No le diga nada. Ahí voy.

Me dedicó una última mirada y se fue.

Sali rápido del hospital, ya no soportaba estar encerrada, necesitaba un poco de aire. Aunque la paz haya durado pocos segundos.

Luces de FebreroWhere stories live. Discover now