Luces de Febrero

Capitulo 13

ERICK.

Mis padres estaban como locos cuando volví, y ni hablar de los padres de Katherine. Cuando entré, me atacaron, y yo no entendía nada, pero ellos me culpaban, de algo que yo no tenía idea.

-Katherine está embarazada, y todos sabemos que entre ustedes no pasa nada desde hace mucho tiempo, asique, explícame, ¿Cómo carajos ocurrió esto? Gritó mi madre desesperada, mientras en un rincón, Ben abrazaba a Kath, y yo seguía sin entender qué pasaba.

-Todos saben que no nos amamos, yo no quiero casarme con él, ni él conmigo. Este bebé es de otra persona, y Erick no se va a hacer cargo de un hijo que no es de él...-dijo Katherine muy segura, y yo solo estaba ahí, atónito, y lo único en lo que pensaba era en Madeleine. Cuando yo estaba cambiando, ocurre esto, no lo podía creer.

-Se casarán de igual manera...-dijo Julián...-No me importa si ese bebe es tuyo o de quien sea, ustedes no nos arruinaran nuestros planes...-dijo finalmente serio.

-Papá, ellos no se aman, no pueden hacerles esto. Tu hija va a ser mamá, tú serás abuelo, no puedes ser tan egoísta, y mucho menos tan ambicioso...-dijo Ben, como todo un hombre, pero sus palabras no ablandaron el corazón de su padre, por lo que Julián reaccionó, dándole una gran cachetada. Mis padres se sorprendieron, pero no dijeron nada, y Sara iba a hablar, pero Ben la interrumpió.

-Puedes golpearme todo lo que quieras, es lo único que sabes hacer, eres un cobarde. Piensas que porque tenés plata todos te aman o te respetan, y no es así, ya perdiste a tu familia. En verdad te agradezco que me hayas alejado de ti cuando era un niño, era mejor crecer sin un padre, que tenerte a ti...-Ben dijo con casi lágrimas en los ojos. Se preparaba para recibir otro golpe de su padre, pero Julián solo agarro un abrigo, y salió de la casa.

La verdad que Julián y sus problemas se podían ir bien lejos, mientras tanto, yo tenía que hablar con Katherine, y luego prepararme para hablar con Mad, ella se merecía una mejor explicación y no podía serlo por un mensaje.

-Estuvimos con Bastián, y nos descuidamos. Él bebe es de él, pero aún no lo sabe. Me siento muy avergonzada por todo...-dijo Kath llorando. Hablamos por un buen rato, hasta que se tranquilizó y se durmió. John estaba en la puerta esperándome para hablar.

-Es todo muy confuso amigo, mi hermana está embarazada, seré tío, eso me alegra el corazón y sé que es de Bastián, y sé que se aman, y me duele que los obliguen a ambos a casarse, y más me duele no poder hacer nada. Ya solo quedan pocas horas, hermano...-dijo John, con un dejo de tristeza en su voz.

Mi madre estaba en mi cuarto, esperándome para hablar. Hablar con ella siempre era muy grato. A pesar de que ella seguía a mi padre y todo, era una excelente madre, y siempre estaba para mí, aunque yo a veces la ignorara. Había acomodado mi cama, y esperaba a que me acostara, así ella podía mimarme. Solía hacer eso con mi hermana y conmigo, cuando dormíamos juntos, porque algo nos había asustado. Extraño a mi hermana. Me dormí en los brazos de mi madre, cuando desperté, estaba tapado y sin mis zapatillas, de seguro mamá me acostó, como todo un bebé.

En la mañana, casi mediodía, todo era tensión. Mi padre hablaba afuera con Julián, mi madre y Sara charlaban sin mucho entusiasmo. Ben y John contenían a Kath que estaba en el baño muy descompuesta, supongo que era parte de los síntomas, pero era más que eso, estaba nerviosa por lo que ocurriría en la tarde.

¡El casamiento!

Salí corriendo de la casa en busca de Madeleine, ella iba a saberlo, pero debía saberlo de mi boca, no de parte de nadie más.

Mi cabeza iba a mil por hora. Pensaba y pensaba en todo lo que sucedía. Recordaba el día en el que había conocido a Mad, su risa me llevó al borde de la locura, y esa locura se terminó convirtiendo en ella, ella me volvía loco, y en todos los sentidos posibles.