Capítulo 20

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MADELEINE.

Después de desayunar, que por cierto terminamos en una cafetería, porque Erick quemó todo, volví a casa. Mamá estaría ausente unos días, no me dijo a donde se iría, pero pensé, que tal vez, iría a visitar a la madre de Haily.

En casa, luego de bañarme, ordené mi cuarto, y me puse a lavar ropa, porque ya no tenía nada decente que ponerme.

Había llamado a las chicas, pero solo Maia me contestó. No sabía nada de Tan y de Haily, se había vuelto buenas amigas, pero ninguna me daba señales de vida. Seguro todo estaba bien, porque si había algún problema, siempre nos lo decíamos.

Tanto Maia como yo, estábamos cansadas de nuestros trabajos, yo rodeada de hombres borrachos, y mujeres que se vendían por unos míseros pesos. Maia, por su parte, estaba cansada de posar, y posar cada vez con menos ropa, por lo que me contó, eso había generado problemas con John, pero habían logrado resolverlo, lo mejor sería, que ella deje ese trabajo.

Mientras yo, me hice muy amiga de Hugo y de Brooke. Él no hablaba mucho de su vida, pero Brooke sí. Me contó que tiene dos hijos, no recuerdo sus nombres, pero sé que la niña está muy enferma, y la operación le cuesta mucho dinero, es por eso que está aquí. Su marido la dejó hace unos meses, nunca supo por qué, solo dijo que se fue, sin decir nada, y nunca volvieron a verlo. Ella es una mujer fuerte y valiente, joven y muy hermosa. Le dije que aún tiene la posibilidad de conocer a alguien, pero dijo que ningún hombre estaría con una mujer que trabaja en ese lugar, y que se vende a cualquier hombre. Sentí lastima por ella. De Hugo, sabía que estaba en pareja, pero a decir verdad, no sé si será con un hombre o con una mujer, y no me animaba a preguntarle, no quería que piense que lo juzgaría.

Ya veía poco al señor Ralph, y lo agradecía, y ya no me pidió más que suplante a otra chica, solo me encargaba de las bebidas y la limpieza. Con el resto de las chicas me llevaba bien, pero creo que también pensaban que las juzgaría por lo que hacen, cuando en realidad, jamás lo haría con nadie.

Brooke me dijo que algún dia me iba a presentar a sus hijos. El niño, el mayor tiene 11 años y la pequeña 8.

Me sentía contenta. Mi relación con Erick iba bien, Oscar no había vuelto a molestarme, y a Ben lo veía poco, y siempre que nos veíamos, nos saludábamos lo más bien, como si fuéramos íntimos amigos. Tampoco era que nunca más nos íbamos a hablar, nos conocimos, fuimos novios muy repentinamente y a los días nos separamos. Creo que no se tomó muy bien el hecho de que yo esté con Erick, pero al parecer, él me olvidó fácil con Ashley.

Erick me dijo que en poco tiempo conseguirían el divorcio. No sentía celos de que él pase mucho tiempo con Kath, confiaba y además fui testigo del amor que hay entre ella y Bastián, se notaba a miles de leguas, se podía ver en sus ojos.

Conocía a Bastián desde chicos, conozco a su familia, y él, no es para nada como sus padres. Él y sus hermanos, son todas buenas personas. Sus padres, en cambios, no lo son. No son tiernos, ni cariñosos, y no sé si recuerdan los nombres o la fecha de cumpleaños de sus hijos. Recuerdo cuando su madre estaba embarazada de Chris, el más pequeño de los Wilde, bebía alcohol y fumaba como si nada, y su marido no le decía nada. No sé si alguna vez él la golpeó, no se veía como un tipo de esos. Ahora que lo recuerdo, hace mucho que no se ven los hermanos de Bastián. Sabía que uno, el mayor, se había ido a estudiar a otro lado, el que le sigue, siempre fue de verse pronto, y del pequeño, bueno, ahora ya lo sabía.

Almorzamos juntas con Mai, mientras ella me contaba lo maravilloso que era John. Atento, dulce, divertido, todo estaba en ese chico, además era guapo.

En la tarde iba a acompañarla a su trabajo, asi no estaba sola en el momento de dar su renuncia. Acomodamos todo en la cocina, y antes de salir, llamamos nuevamente a Tania, quien no nos atendió.

Luces de FebreroWhere stories live. Discover now