Capítulo 29

31 1 0
                                    


MADELEINE

Ya nunca más supe nada de Erick, sabía que seguía en la ciudad, pero no había vuelto a verlo. Mentiría si dijera que no me dolía, porque no era asi. Aun había momentos en que lloraba por él, y más lloraba por lo idiota que me sentía.

Con mamá no hablábamos. Pasaba más tiempo en casa de Oscar, donde se encontraban mi hermana y la que ahora sé que es mi tía, Stacy. Ella nos contaba sus historias de cuando era joven, de las travesuras que hacía, de su vida en la universidad, y de cómo cambió su vida cuando mi madre le entregó a Haily.

Stacy amaba a mi hermana. Ella no había tenido hijos porque no había encontrado al hombre correcto, según ella.

Mi tía era hermosa, tenía algunas similitudes con mamá, pero muy pocas. Tenía un corazón enorme, y era muy divertida. Aunque aún había algo que no me cerraba del todo, ¿Qué hacían en la casa de Watson?

-Tía, Stacy, perdón, no sé cómo decirte aun-dije apenada- ella se rio abiertamente, y me abrazó.

-Decime como te sientas cómoda linda-le devolví la sonrisa y el abrazo.

-Espero no sonar imprudente, pero necesito saber algo.

-Claro, dime-Haily me miraba expectante.

-¿Qué hacen en la casa de los Watson?-eso pareció sorprenderla, y miró a mi hermana, quien le asintió con la cabeza.

-Ya es hora de saber la historia mamá-al parecer Haily tampoco lo sabe.

-Cuando Josefina me entregó a Haily, no sabía qué hacer. No podía ir con nuestros padres, no tenía amigos. Paul conocía a todos nuestros conocidos. Decidí viajar, con mis ahorros, pude estar en un lugar por un tiempo. Cuando me quedé sin dinero, tuve que irme del lugar. Fue en una estación de servicio, donde vi una foto de su padre, donde decía que lo buscaban. Me asusté mucho cuando vi la foto, y un hombre se acercó a ayúdame. Haily era muy pequeña, pero apenas el niño se acercó a ella, se hicieron amigos.

>>La señora Watson también fue víctima de Paul; el señor Watson quería matarlo. Al contarle mi historia, prometió ayudarme. Su mujer era la fundadora de un hogar para mujeres que había sufrido algún tipo de acoso. Fui la primera mujer que acudió a su campaña. Me quedé con ellos por algunos años, conseguí trabajo, y Hai se llevaba con los hijos de ellos. En ese entonces, aun no vivían acá. Cuando ellos se mudaron, decidí quedarme en la ciudad. Cuando Haily supo la verdad de todo, quiso buscarte.

>>Primero me rehusaba a la idea, pero ambas estaban en peligro. Nunca perdimos contacto con las Watson, es por eso que nos quedamos con ellos. Ellos fueron quienes nos salvaron. Nos dieron un techo, comida, y amistad.

Haily asentía a todo lo que Stacy decía, y se podía ver además, la amistad que había entre ellos. Los había visto bromear en más de una ocasión, y de lejos se notaba el cariño que se tenían.

-Creo que podemos ir de compras Mad, ¿Qué dices?-preguntó mi hermana.

-Está bien Hai, si esto te hace feliz.

-¡Claro que sí! Hace mucho que no tengo un tiempo a solas con mi hermana.

Stacy se rio por el comentario de mi hermana, y nos dijo que tengamos mucho cuidado. Ella aprovecharía para acercarse a mamá y hablar. Pues después de tanto tiempo, ella se lo merecía.

Haily estaba muy entusiasmada, iba hablándome de no sé qué, pero yo no podía ponerle atención, mi pecho me decía que algo malo sucedería. No quería ser negativa ni arruinar la emoción de mi hermana, pero no podía evitarlo.

Luces de FebreroWhere stories live. Discover now