Capítulo 12

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Luego de todo el desastre, finalmente Jungkook y yo logramos comer un poco.

Logré practicar para poder caminar mejor en esas patas humanas, y al fin logré dar dos pasos sin caer.

—¡Ja! Esto es sencillo. —dije antes de dar otro paso y maullar de dolor al pisar algo duro y puntiagudo. 

Jungkook me ignoraba debatiendo mentalmente en si debía llamar al veterinario o no.

—¡Ah, necesito usar mi caja de arena!

Caminé, o más bien gateé como Jungkook me enseñó, hasta la esquina apartada en donde se encontraba mi caja. Ahora con este cuerpo humano me parecía muy pequeña pero aún así me quité esa horrible y apretada ropa que él me había puesto y... 

—¡Espera! —mi humano idiota exclamó. Llegó tropezando hasta mí con cara de susto, vergüenza, y tan roja que parecía estar a punto de explotar.

—¿Ahora qué quieres, humano? —me quejé.

—¡No puedes hacerlo ahí! —explicó con movimientos exagerados de sus manos.

—Aquí lo hago siempre, no te preocupes, lo enterraré igual que siempre, además solo voy a...

—¡Alto!

Jungkook empezó a prácticamente arrastrarme por el suelo en dirección a ese lugar que llamaba baño. Me arrojó ahí dentro, jadeando por el esfuerzo, y se colocó frente a esa cosa blanca y resbaladiza con agua en el interior. Yo la conocía, me gustaba entrar ahí y jalar la palanca plateada que brillaba muy bonito; cuanto tiraba de ella, el agua dentro de ese tazón gigante era succionada y agua nueva volvía a caer. 

—Debes ponerte aquí en frente —explicaba él—, luego sostienes t-tu... tu... —sus manos se movían de manera extraña como si dibujara mi gusano de peluche en el aire— Ven acá. —volvió a tirar de mí. 

Me ayudó a ponerme en pie frente a esa cosa y obligó a mis manos humanas a tomar esa otra cosa que colgaba de ellas.

—Listo, ahora hazlo.

—¿Qué debo hacer? —lo observé fastidiado.

—Lo que ibas a hacer en tu caja. —respondió, sus ojos se movían en todas direcciones evitándome.

—No podré hacerlo aquí.

«Así que esta es la caja de arena de los humanos... Más bien caja de ¿agua?»

—Inténtalo. —insistió mi estúpido humano.

—No sale nada.

—Intenta masajearlo...

—¿Así?

Tocarme esa cosa era raro. Moví las manos humanas sobre ella y esbocé una mueca cuando de pronto la sentí saltar, al menos eso creo que hizo. 

«¡Está viva!»

—¡¿Qué haces?! —Jungkook finalmente giró a verme.

—¡Dijiste que lo masajeara, estúpido humano! 

—¡No tu... N-no eso!

Su mano cálida se posó sobre mi vientre mientras su mirada se desviaba. ¡Me estaba acariciando la barriga! Eso sí me gustaba. Disfrutaba mucho cuando Jungkook me tocaba la barriga. Solté una especie de ronroneo mientras mi cuerpo humano se relajaba, entonces él presionó en esa parte y de pronto algo salió disparado. 

—¡Apunta bien! —gritó dando un salto lejos de mí. 

—Vaya… —me sorprendí— ¡Los humanos lo hacen de pie como los perros pulgosos! —de pronto comprendí mis propias palabras— Qué horrible.

—¡Sujétalo fuerte y apunta, debes darle al agua ahí dentro! 

Obedecí, o al menos eso intenté, pero aquello salía con potencia, y cuando menos acordé, ya había parado y había logrado darle a todo excepto al agua. 

—¡Qué divertido es esto, humano! —solté una carcajada.

«¡¿En verdad me reí?! Eso era nuevo…»

—Se siente raro. —me llevé los dedos al rostro intentando tocarme.

—¡No! —exclamó Jungkook con cara de asco— ¡Ve y lávate primero!

Me ayudó a llegar hasta otra parte del baño donde él solía pasar horas hablándole a un humano que se parecía mucho a él. 

—¿Y ese quién es? —pregunté observando a un humano desconocido de cabello muy oscuro, ojos ligeramente dorados, piel clara y ¿orejas? ¡¿Como las mías?! 

—E-eres tú. —Jungkook tragó saliva recorríendome nuevamente con la mirada.

—¡No puede ser! —grité, y el tipo de orejas puntiagudas frente a mí también gritó— ¡Soy horrible!









BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora