Capítulo 27

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—¡¡¡Yoongi!!! —Hoseok llegó pateando la puerta de la habitación del nombrado.

—¡La puta madre, Hoseok! —Yoongi saltó en la cama y apagó el televisor— ¡¿Por qué entras así?! ¿Qué pasa si me estaba masturbando o algo peor?

El otro resopló y brincó a la cama con teléfono en mano. —No sería la primera vez que te vería estrangulando el ganzo, ¿recuerdas?

Yoongi quiso golpearlo por recordarle cosas vergonzosas de su adolescencia.

—Bueno, ¿y qué quieres ahora? No me digas que atascaste el inodoro de nuevo.

—¡Esa vez fue un accidente! Yo no sabía que ese enorme pedazo de...

—¡¡Deja de hablar y dile que mueva su culo pálido para acá!! —se escuchó la voz molesta de Seokjin desde la bocina del teléfono.

—Ah, cierto...

—¿Es Seokjin? —Yoongi frunció el ceño extrañado de que el joven estuviera despierto a esas horas.

Hoseok asintió repetidas veces. —¡Dice que Jungkook le dio catnip a TaeTae y ahora parece haber entrado en celo y quiere follárselos a todos!

—¿Qué? ¿Todos?

—¡Por favor venga pronto! —se escuchó una voz muy aguda.

—¡¿Tienen a una niña allí?!

Hoseok negó y se encogió de hombros.

Con toda la irritación del mundo Yoongi se puso en pie y salió de la casa que compartía con Hoseok desde sus años de universidad directo al departamento de Jungkook. 

Al llegar, se encontró con una escena digna de película.

—¡¿Qué brujería están haciendo?!

Namjoon sostenía al peludo en manos, quien tenía guantes de goma en las patas y se retorcía cual niña del exorcista, había infinidad de objetos raros esparcidos en el suelo de la sala y velas aromáticas encendidas, Jimin sostenía una especie de cruz de madera en manos y Jungkook tenía el labio inferior hinchado, los brazos arañados, la ropa desordenada y... 

—Parece que hubieras salido de una orgía. —comentó Yoongi.

—Me cayó el catnip en el cabello y pues… —Jungkook respondió con pena. 

Yoongi observó al gato con interés, notando que ya no era un chico de músculos definidos sino el mismo felino que conocía tan bien.

—¡Haga algo! —pidió Jimin— ¡intentó arrancarme los bóxers!

Yoongi desvió la mirada a las piernas desnudas del chico; su camisa enorme que parecía vestido lo cubría casi por completo, las mangas le colgaban, y alcanzó a divisar lo que parecía ser un elástico colgando entre sus piernas. 

—¡Este gato idiota está en celo! —Seokjin frunció el ceño— ¡Llévalo a la clínica veterinaria y échale una gata!

—¡No! —Jungkook alzó las manos— ¡¿Cómo puedes querer que me sea infiel?!

—¡Que no es un hombre! —Seokjin estaba a punto de echarle el gas pimienta en la cara.

Yoongi no entendía nada pero le alegraba que TaeTae hubiera regresado a ser felino.

—Yo opino que lo metamos a la bañera. —dijo Namjoon.

—Podría ser contraproducente. —respondió.

Sin decir algo más, Yoongi bajó de regreso a su auto y regresó minutos después con una jaula.

—Hay que mantenerlo en cautiverio por ahora.

Namjoon metió como pudo al gatito y cerraron la puertilla asegurándola bien.

—¿Cuánto crees que dure el efecto? —Jungkook se inclinaba a ver al gato.

—Deberías ir a bañarte —Yoongi seguía observando el labio hinchado de chico y su ropa hecha tirones, sintió una palpitación muy al sur de su pecho y desvió la mirada—. Lo llevaré a la clínica y mañana lo analizaré mejor.

Jungkook hizo una mueca y asintió, aunque no muy convencido.

—Me voy, estoy perdiendo horas de sueño reparador por su culpa. —Seokjin resopló y caminó hasta la puerta.

—Es increíble lo que un gatito puede hacer —se burló Namjoon—. Casi me recuerda a esa leyenda de la maldición de la mascota perfecta. —dijo saliendo del departamento al igual que Seokjin.

Jimin salió detrás de ellos sosteniendo los trozos colgantes de su bóxer rojo y la cruz de madera.

Yoongi observó al gato enseñarle los colmillos de forma amenazante. —La mascota perfecta... —murmuró recordando que ya había escuchado algo similar una vez sobre esa extraña leyenda. 











BLACK CAT. ➸taekookWhere stories live. Discover now