Capítulo 43

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Una bofetada tronó en el aire y Seokjin no fue muy consciente de lo que estaba ocurriendo hasta que el ardor empezó a calarle en la mejilla. 

¿Cómo había acabado en esa situación?

Karina lo veía como si acabara de decirle la peor grosería de la vida. Bien, siendo objetivos quizás fuera cierto y acabara de soltar una estupidez, pero no pudo evitar sentirse un poco insultado al recibir tremenda cachetada.

—¡Está muerta! —exclamó Karina como para recalcar lo evidente.

—Sí, ya lo sé. —Seokjin intentó hablar con calma sin lograrlo.

—¡Entonces díselo a ella! A esa... cosa. —pronunció la última palabra con odio, temor, desagrado. 

—¿No crees que es algo que tú deberías hacer? NingNing sigue creyendo que Giselle volverá. Estás siendo muy cruel y violenta lo cual no es necesario, ella solo es una chiquilla.

El rostro de Karina se deformó en uno de espanto. —¡¿Por qué hablas de esa cosa como si fuera algo normal?! —reclamó fuera de sí— ¡Es un monstruo!

—Deja de gritar —pidió Seokjin, lo último que quería era que la agencia pensara que tenía problemas de alguna índole con una de sus maquillistas—. Mira, tampoco tengo muy en claro qué es lo que ocurre con todas estas mascotas que de pronto les da por convertirse en humanos pero sí sé que no es su culpa. Ellos también sienten, sean animalitos o no.

Karina soltó una risita amarga. —Mi hermana acaba de morir hace menos de dos meses, esa cosa apareció siendo una persona frente a mí preguntando por mi hermana muerta, ¿y tú quieres que lo tome como algo normal?

Su pregunta rayaba en lo sarcástico, Seokjim supo que no tenía más remedio, hablar con ella en ese momento sería como hablar con una pared.

Sabía la pena que debía estar sufriendo, pero eso no significaba que NingNing no sintiese también. De acuerdo, quizás Seokjin no era muy amante de los animales como quería hacerse pasar, pero sí tenía algo muy presente y era que los animales podían ser mucho más leales que muchos humanos y merecían un trato mejor. 

Seokjin llevaba casi una semana intentando convencer a Karina de hablar con NingNing y explicarle que su humana había muerto, llevaba esa misma semana dejando que la chica conejo viviera en su casa preguntándole día y noche cuándo podría ver a su humana Giselle de nuevo. Seokjin necesitaba apoyo, y sabía dónde encontrarlo.





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—¿Y el amargado de tu jefe? —Seokjin se recargó contra el marco de la puerta del consultorio veterinario.

—Salió a Busan, y por algún motivo se pasó hasta Ilsan y de allí quien sabe. —Hoseok ni siquiera alzó la mirada, estaba acomodando algunos documentos.

—¿Se fue solo? —Seokjin se dedicó a observar los movimientos serenos y suaves del otro.

—Con un chico.

De pronto las palabras lo sacudieron.

—Un chico… —repitió— ¿Acaso sale con alguien?











BLACK CAT. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora