Capítulo 70

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Algo andaba mal; aquello fue lo primero que pensé cuando la sensación pesada volvió a mí de golpe. Me incorporé apartando ligeramente a Jungkook de mi lado. Él me observó con dolor, miedo y angustia, y por un momento me sentí muy culpable por no poder responder un "yo te amo más", pero la culpa me abandonó en cuanto sentí la pesadez crecer.

—Es Jungmin . —dije, sintiendo aquel olor dulce que lo caracterizaba.

—¿Eh? —Jungkook estaba confundido.

—¡Sí, es Jungmin ! —gritó Seokjin— ¡Ya salgan, Changwook está en pánico!

Jungkook reaccionó finalmente poniéndose en pie en busca de su ropa. Noté sus mejillas sonrojadas mientras se apresuraba a correr hacia la puerta. Lo seguí después de un momento mientras luchaba por acomodar mi propia ropa y escuchaba los gritos de Seokjin.

—¡Está dando a luz pero se está transformando al mismo tiempo! —decía Seokjin— ¡Todo es un caos! ¡Yoongi no sabe qué hacer!

Jungkook me observó con gesto de extrañeza.

De un momento a otro fui arrastrado por ambos humanos hasta la clínica del veterinario en donde, al parecer, se encontraba Jungmin.

Hoseok nos recibió con mirada aterrada, deteniéndonos apenas entramos.

—¡Alto, alto! —exclamó— No pueden...

—¿Qué le pasó? —Seokjin exigió.

Hoseok negó con tristeza.

—¿No qué? —insistió Seokjin.

—Los bebés... Los gatitos... No sobrevivieron. —Hoseok alcanzó a decir con voz entrecortada.

Seokjin retrocedió, Jungkook giró a verme con los ojos llenándose de lágrimas, mi cuerpo se mantuvo inmóvil sintiendo la pesadez aumentar a mi alrededor; justo como había ocurrido con NingNing. Aquello no podía estar pasando. Me moví rápidamente pasando a un lado de Hoseok, Jungkook y Seokjin, en busca de aquello oscuro y asfixiante que empezaba a crecer.

Seguí el sentimiento hasta la última puerta del corredor, y al abrirla, la realidad me llegó de golpe en cuanto los ojos de Changwook se encontraron con los míos. Cuando busqué alrededor solo encontré un pequeño bulto de pelos recostado sobre la cama en la cual el humano se inclinaba. Jungmin ahora era un gato, durmiendo pacíficamente mientras su dueño le acariciaba la pequeña cabeza.

—Le dieron medicamento —dijo el humano con la voz ligeramente temblorosa y con los ojos rojos—. Él tenía razón... Los bebés... eran mitad... —soltó un pequeño sollozo— Pe-pero dijo que Jungmin estaría bien...

La sensación pesada perduraba; Jungmin podría estar durmiendo pero aún sentía su dolor y era horrible.

—Fueron tres. —continuó Changwook con pesar.

Me acerqué hasta donde se encontraban, y analicé el rostro soñoliento del gato de pelaje blanco con aquella mancha grisácea en su lomo.

—¿Por qué crees que pudo quedar embarazado? —me preguntó el humano.

Mi mirada se desvió hacia él; su rostro parecía haberse demacrado demasiado en ese corto tiempo.

—Tú querías un hijo. —respondí.

Changwook se tensó.

—Lo querías, así que él lo tuvo por ti. —continué.

—Yo perdí uno —habló luego de un momento—. Hace un par de años estuve comprometido y ella quedó embarazada, pero perdió al bebé a las pocas semanas —soltó una risa quebrada—. ¿Crees que por eso él...?

—Te sorprendería lo que podemos llegar a hacer por ustedes —le dije en cambio—. Aún no entiendo lo que ocurre con nosotros pero entiendo lo mucho que los queremos y lo mucho que queremos verlos felices.

La puerta a mi espalda se abrió de golpe y los rostros pálidos de Jungkook y Seokjin aparecieron. Me alejé con movimientos lentos mientras Changwook parecía meditar mis palabras.

—Quédate con él. —le pedí antes de salir.

Sentí la mirada de Jungkook sobre mí pero no tuve el valor de girar a verlo en ese momento. Ahora más que nunca debía mantenerme firme en mi idea, no podía seguir pretendiendo que todo estaba bien. 

Sabía que era normal querer a mi humano pero llegar a amarlo tanto era inaceptable. Estaba casi seguro de que Jungmin no volvería a convertirse en humano después de aquello, tampoco NingNing, y todo sonaba tan injusto. Era como si el destino hubiese querido solo reunirnos para luego empezar a destruirnos muy lentamente. Parecía una mala broma de la vida cuando lo pensaba de aquella manera. Los sentimientos que Jungkook sentía por mí también eran incorrectos; yo era un animal, por mucho que me viera y actuara como humano en el fondo no cambiaría lo que era.

Salí de ese lugar sintiendo que ya nada tenía sentido.

Hoseok estaba en la recepción con gesto afligido.

—Todo era más fácil cuando era un simple gato con un collar horrible que no era de salmón. —dije alto y claro; simplemente quería desahogarme un rato con alguien.

Él me observó en silencio, frunciendo ligeramente el ceño cuando respondió:

—Las casualidades no existen... creo. —mencionó la última parte con un poco de duda.

Las palabras se reprodujeron en mi mente una y otra y otra vez hasta empezar a tomar un poco de forma.

¿Entonces todo aquello estaba destinado a pasar? ¿Pero por qué nosotros? Nada tenía sentido, debía haber algo que explicara todo aquello.

—Antes de transformarse por primera vez las mascotas sufrieron accidentes. —la voz de Yoongi llegó hasta mí de pronto, como si estuviera respondiendo mis dudas.

Giré hacia él, y venía siendo seguido por el vecino molesto de Jungkook, el tal Jimin.

—¿Accidente? —preguntó el más bajito ladeando la cabeza mientras sus manos sostenían un libro grueso.

—Al menos la mayoría —corrigió Yoongi de inmediato cuando finalmente notó mi presencia—. ¿Jungkook está aquí? —preguntó en mi dirección, pero ni siquiera dejó que respondiera cuando pasó de largo dirigiéndose a la habitación donde estaban los demás.

Hoseok se tensó, cruzando sus brazos a la vez que estudiaba a Jimin con detalle y una expresión rara que no supe identificar. Por su parte, el más bajito ni siquiera parecía notarlo.

—¡Hola, TaeTae! —sonrió Jimin— ¡Hace capítulos que no hablamos!

—Es que no eres tan relevante en esta historia. —suspiré.

Él esbozó un puchero asintiendo con tristeza antes de volver a sonreír.

—Tengo hambre... —anunció alzando el cuello en busca del veterinario— ¿Creen que Yoongi vaya a tardar mucho?

—¿Cuál es tu relación con él? —intervino Hoseok, incapaz de mantener su curiosidad a raya.

Jimin se encogió de hombros. —Nos damos besitos.

Y yo casi me atraganto con el aire que respiraba.

«Esto se pondrá intenso».

—¿Perdón? —Hoseok abrió los ojos en grande— ¿Quieres decir que son novios o algo así?

—Nop, solo son besitos. —respondió Jimin con las mejillas sonrojadas.

«A Namjoon no le gusta esto».

Hoseok abrió la boca como intentando decir algo pero finalmente terminó cerrándola. 

Aquello era demasiada información para mí y no estaba seguro de querer dársela a Namjoon. Creo que le afectaría para mal y no quería eso.

«Ah, soy tan buen amigo».

Y aún así, ya había perdido a dos de mis nuevos "amigos" híbridos.

—Debo ir a hablar con Kiki. —anuncié.

Me rehusaba a perder a Kihyun también. 











BLACK CAT. ➸taekookKde žijí příběhy. Začni objevovat