Capítulo 72

384 68 5
                                    

—¡Deja de comer un segundo y escúchame, niño rata! —exclamé, ya harto de que Kihyun no me hiciera caso— ¡Basta, tragas más que yo! —me quejé y le arrebaté una de las nueces que comía.

—¡El gato me atacó, Hyunwoo! —gritó él.

—¿Alguien vio mis chocolates antiestrés? —el humano se movía por todo el departamento sin prestar atención a lo que hacíamos. 

Kihyun resopló, haciendo que pedazos de nueces cayeran de sus mejillas infladas con todo y baba espesa.

—¡Qué asco! —reclamé y le arrojé la nuez en la cabeza— ¡Y pensar que me parecías apetitoso!

—Cállate, estúpido gato.

«¡¿Peeerrrrrdón?!»

De pronto el chico hámster parecía otra persona; lucía mucho más despierto, una sonrisa cínica en sus labios, un gesto de sinvergüenza, y esa cara de rata ahora era más bien de pura maldad.

—¡¿Cómo me llamaste, pedazo de vellos púbicos mal amarrados?!

—Estúpido y sordo. —Kihyun musitó rodando los ojos.

—¡Estoy tratando de salvar tu vida, infeliz mal agradecido!

El chico ladeó la cabeza confundido. —¿A qué te refieres?

—¡Vengo a advertirte que no folles con tu humano por más que se te pare el pollo!

El hámster me lanzó una mirada confusa. —¿Qué significa eso?

Me rasqué la nuca con incomodidad y aclaré mi garganta para empezar a explicar.

—Bueno, mira, cuando el abejito gay quiere mucho a la abejita gay le da su semillita...

—¿Las abejas también se pueden transformar?

—¡Está bien, escucha! Nosotros tenemos esa cosa colgando entre las piernas con forma de hongo, ¿lo has visto?

Kihyun asintió.

—Pues nuestros humanos tienen además una cosa pequeña y apretada detrás del champiñón. —continué.

—Es por donde hacen caca; nosotros igual la tenemos. —comentó el chico hámster como todo un experto.

—Bueno, sí... Pues escucha, si metes el hongo en ese hoyo y te exprimes hasta que te salga un líquido raro que parece la mezcla entre mocos y vómito...

—¿Hablas de aparearse? —interrumpió Kihyun mirándome como bicho raro.

Lo analicé por un momento, cayendo en cuenta de que habría sido mucho más sencillo si lo explicaba de esa manera. Tanto tiempo siendo humano ya me estaba volviendo idiota como ellos.

—Sí, eso —suspiré derrotado—. No hagas eso con tu humano.

—No podría hacerlo con él, Hyunwoo no es hembra.

—Pero tiene esa cosa atrás y se siente bien, créeme.

—¿De verdad? —Kihyun lanzó una mirada hacia Hyunwoo, quien estaba de pie cerca de nosotros escuchando con el rostro pálido y un chocolate en su mano; parecía haber visto un fantasma— ¿Y se sentirá igual de bien si él me lo mete a mí?

Recapacité a tiempo de mis propias palabras.

—¡Pero no debes hacerlo! —grité— ¡Es malo, muy malo!

—Acabas de decir que se siente bien...

—Me refería a que se siente bien mal.

Kihyun hizo gesto de no comprender lo que ocurría mientras Hyunwoo buscaba su teléfono celular y marcaba un número.

—¿Hola? Quisiera agendar una cita con mi psicólogo —pidió pegando el aparato a su oreja—. ¿El problema? Bueno, es solo que creo estar teniendo alucinaciones, ¿sabe? Vi a mi hámster transformarse en humano.

—Como sea —ignoré el lloriqueo de Hyunwoo y me concentré en Kihyun—. Lo que quiero decir es que no debes, bajo ninguna circunstancia, encariñarte demasiado con tu humano y menos con esta versión humana de ti porque no durará para siempre.

El chico hámster arqueó una ceja. —No sé si deba confiar en un gato como tú.

—¡No me retes, mocoso, he comido ratas mucho más grandes que tú!

—Uy, mira cómo tiemblo.

—¡¿A dónde se fue tu lado tierno y temeroso?!

—Es solo una fachada, idiota, sirve para que los humanos torpes crean que eres frágil y vulnerable y te protegan de bestias horribles como tú.

—Pues conozco a algunos humanos que preferirían aplastarte.

Nunca en toda mi vida había sentido tantas ganas de lanzarme encima de un roedor y destriparlo como en ese momento.

—Alto —dijo Kihyun con una expresión rara en su rostro—. ¿Tú cómo sabes que se siente bien o mal aparearse con un humano macho?

—¿Uh?

—¡Lo has hecho! —afirmó abriendo mucho los ojos.

—Nononononono... Bueno sí.

El roedor me observó con cara de horror.

—¡No lo entiendes, es que Jungkook estaba en celo o algo parecido! —intenté defenderme.

—Te equivocaste de fanfic, amigo, aquí no hay omegaverse. No eres un alfa rico que hace música y ayuda a omegas que se creen alfas para luego preñarlos y ser abandonado con todo y bendición.

—¡No pienso quedarme para ser reprendido por una rata como tú! —sentencie y salí de ese departamento sintiéndome extrañamente avergonzado mientras recordaba el lemon del capítulo dieciocho.

«Al menos le advertí», pensé mientras me alejaba.










BLACK CAT. ➸taekookWhere stories live. Discover now