Capítulo 30

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—¿Puedo preguntar que estás haciendo?—mencionó un confundido Yoongi y poco a poco esa confusión iba cambiando a la molestia.

—Puedes—respondió un rubio bastante feliz, logrando que Yoongi ruede los ojos.

Y es que, no podía entender qué hacía Jimin tomándole fotos a cada rato, lo comenzaba a desesperar, llevaba desde la mañana así, en ese momento eran las doce del mediodía y no había parado desde entonces.

—Deja de tomar fotos Jimin.

Ahora si molesto, fue a depositar su plato totalmente lleno a los trastos sucios, encaminándose a su habitación con pasos ligeros.

—Yoon—prácticamente corrió hacia el, deteniéndose justo frente a la puerta. —Lo siento.

—¿Por qué tomas tantas fotos?—preguntó después de bufar, ahora más tranquilo.

—Pues, desde que despertaste digamos que tu aura es diferente y tienes ese brillo en tus ojos que wow, merece ser fotografiado, pareces feliz y no creo que sea fingido.

Impresionado por tales palabras, quitó su mirada de encima del rubio, dio un paso atrás y murmuró algo que Jimin no alcanzó a escuchar.

—¿Qué has dicho?

—No tengo porque fingir—repitió sin alzar demasiado la voz

Jimin feliz de la vida, lo abrazó ligeramente y después de un momento, volvió a retomar la compostura.

—Bien, ahora tienes que hablar con Jungkook.

—¿Por qué tan rápido? ¿No podemos dejarlo para después?

—Nop, porque tendremos una cita, aparte que ya le has mandado mensaje—antes que Yoongi respondiera siguió hablando—y no, no cancelaremos.

Yoongi se quedó callado ante tal rebelión, pues no se lo esperaba para nada y digamos que tener una cita con Jimin no sonaba tan mal, quizá en un principio cuando lo conoció, hubiera rechazado la oferta sin miramientos, sin embargo, las cosas habían cambiado y le gustaba el rumbo que ahora parecían tomar.

—¿C-Cuando decidiste eso?—murmuró acalorado.

—Justo hoy al despertar y notar tu cambio—explicó guardando el celular en el bolsillo trasero de su pantalón. —Pero no te diré cuando será, quiero que sea sorpresa, ahora ven conmigo porque no tocaste el plato.

El rubio caminó hacia la cocina sin esperar a Yoongi quien seguía estupefacto con lo de antes, vaya que Jimin no tenía reparos en sacarlo de su zona de confort cada tanto tiempo, no negaba que había veces en que le incomodaba pero después veía a quien tenía enfrente y todo parecía valer la pena, con tal de verlo feliz.

No quiso hacerlo esperar más y entró a la cocina con paciencia, encontrándose con Jimin quien calentaba el plato en el microondas.

Taehyung y Hoseok se habían ido cada quien a su respectivo trabajo o escuela, Jimin no asistió pues le dijo que su profesor sólo citó a quien suspendería la materia y no era la ocasión del rubio.

Dejando eso de lado, estaba un tanto ansioso pues al tener a Jimin en casa, su rutina de ejercicio de nuevo no la cumplió y eso a cada minuto que pasaba le aumentaba el ansia de cansarse aunque sea un poco.

—Toma Yoon, tomaré una ducha, acábalo todo, por favor.

Después de dirigirle una sonrisilla tierna se retiró dejando al pálido sólo con el plato luciendo un omelette que se veía de lo más jugoso, pero la mente de Yoongi no decía otra cosa que no fueran las miles de calorías en una sola rebanada.

𝑻𝒂𝒄𝒊𝒕𝒖𝒓𝒏𝒐. «𝑱𝒊𝒎𝒔𝒖»Where stories live. Discover now