Capítulo 5.

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Después de aproximadamente 10 películas, Hoseok fue a su habitación a dormir, Yoon solo salió de su  habitación para agarrar otra manzana y un vaso de agua, después de eso, ya no hizo acto de presencia.

Tenía que recuperar energías para mañana, tenía miedo y estaba ansioso, pero también emocionado, esperaba que todo pasara de buena forma para que a Yoon le quede una experiencia bonita, que sepa que no tiene nada que perder al salir de casa, puede ver los árboles moverse a compás del viento, los autos pasar en la calle,  las personas teniendo un día normal.

Esperaba, también, que Jin no fuera muy pesado con el, vamos que, a nadie le gusta que le manden a hacer algo que no quiere, quería que el mayor comprendiera, que Yoon era así,  y tenía que pasar un milagro para que cambiara su forma de ser y de pensar, cosa que, a estas alturas de su vida, le parecía imposible.

A la mañana siguiente, a las 8 para ser exactos, el pelicafe se dio una ducha en la que se tomó su tiempo, tardándose hasta 40 minutos en terminar, si bien, Jin llegaría a las 10, sabía de antemano que les tomaría tiempo sacar a Yoongi sin problemas de por medio, así que no tenía porque apurarse.

Cuando ya se hubo terminado de arreglar, fue hasta la cocina a hacerse el desayuno, algo ligero, terminó comiendo cereal con yogurt y plátano partido, el ambiente era silencioso, pero sabía que el pálido ya estaba despierto, la última manzana que vió ayer antes de irse a acostar, ya no estaba.

Después de perder el tiempo entre su celular y la televisión, dieron las 10 de la mañana, y justo 5 minutos después, tocaron la puerta.

Parándose perezosamente de su lugar, se dirigió hasta ella, al abrirla se encontró con Jin vistiendo una playera color negra, jeans y tenis negros, en su muñeca izquierda tenía puesto un reloj color gris y en su mano derecha traía cargando una pequeña valija, parecía una lapicera oscura.

—Buenos días Hoseokkie, ¿Yoon está listo?— Le preguntó mientras entraba a su departamento y dejaba el pequeño maletín en la mesa de centro.

—Ni idea, se que está despierto, pero probablemente siga acostado en la cama—. Mencionó alzando los hombros a la vez que seguía a Jin por el pasillo que daba a las habitaciones, deteniéndose frente a la puerta del más bajo.

—Yoon, voy a entrar, estoy aquí para saber tu decisión—. Giró la manija de la puerta pero no cedió, volteó a ver a Hoseok y éste le dio unas llaves, ya se esperaba esto.

Al quitarle el seguro a la puerta Jin entró a la habitación, encontrándosela pulcramente limpia, los tenis y pantuflas estaban en su lugar, el escritorio estaba ordenado y la cama estaba hecha y vacía.

—¿Qué demonios?— Susurró Hoseok.

—¿No te diste cuenta que no estaba?— Preguntó viéndolo mientras el otro abría los ojos desmesuradamente, pensando en cuanto tiempo había estado el pálido fuera de casa. —Bien, debemos buscarlo.

—Tal vez está aún cerca de aquí, ¿no? En el supermercado quizá o en la heladería.

—Mmm, no, no pudo haber salido a un lugar público, debe estar en el edificio, o escondido en su habitación, quédate y busca aquí, de paso ve al lobby y pregunta por el, enseguida regreso—. Le ordenó saliendo a toda prisa hacia el pasillo del complejo, pensando en que tal vez esté en la azotea, al fin y al cabo, ahí es el único lugar donde estaría completamente solo, lo que le gustaba a Yoon.

Rápidamente presionó el último botón del elevador, y al llegar, fue hacia las escaleras que daban a la azotea. Al abrir la puerta se topó con ésta vacía, sin embargo sabía que Yoon trataba de esconderse.

𝑻𝒂𝒄𝒊𝒕𝒖𝒓𝒏𝒐. «𝑱𝒊𝒎𝒔𝒖»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora