Capítulo 33

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Tres de la mañana en punto.

La luz de la luna entraba por la ventana, el sonido de la respiración de Jungkook estaba muy cerca de su oído, sentía el suave aliento en su piel.

No quería moverse demasiado porque podría despertar al menor quien parecía descansar plácidamente.

Yoongi no estaba acostumbrado a dormir toda la noche, de hecho tenía el sueño bastante ligero, había veces que escuchaba a Hoseok entrar a su habitación, pero el fingía seguir durmiendo, no queriendo lidiar con lo que el pelicafé quisiera decirle o pedirle.

Vagamente recordaba el cómo eran las noches en el orfanato, siempre se le aceleraba el corazón cuando la puerta se abría para dejar a pasar a una o dos de las nanas, tampoco le ayudaba a mantener la calma el hecho de que la habitación permanecía completamente en la oscuridad, sólo con el leve destello de la luna pero nada más, ni una pequeña luz de noche, cosa que lo tenía en constante estado de alerta, sin dejarlo dormir profundamente.

Pasó la mano derecha por sobre su estómago, debajo de la prenda que traía. Sinceramente no sabía cómo tomarse el no hacer ejercicio, no le bastaba el mover constantemente las piernas, o encerrarse en el baño unos minutos con los demás chicos al rededor de la casa.

También se sumaba el que había engañado a Jimin con el almuerzo, sintiéndose peor, sin embargo el ansia de querer ejercitarse sin límite era mayor, quizá luego se arrepentiría de lo que iba a hacer pero de eso se ocuparía después.

Con cuidado se levantó de la cama, siendo silencioso, como tenía arraigado desde pequeño, por obvias razones.

Si quería pasar desapercibido en algún lugar, el sabía como serlo, como parecer un ninja de esas películas de espías y cosas similares, era una habilidad que siempre le sería útil, como en ese momento.

No tenía idea si Jungkook seguía teniendo el sueño ligero de años atrás, era demasiado sensible mientras descansaba, al mínimo roce de pieles, despertaba.

Afortunadamente, parecía que esa característica del menor había cambiado después de tiempo sin estar presente al orfanato, lo cual agradecía enormemente por dos razones.

La primera, y más importante, era que eso significaba que podía descansar y dormir sin interrupciones después de largos años donde no era capaz ni posible, odiaba verle con ojeras siendo un niño tan pequeño, quien se suponía debía descansar tranquilamente.

Y la segunda razón, era que gracias a ello, podía levantarse de la cama sin que Jungkook se diese cuenta.

Colocándose de pie y asegurándose que el menor seguía en la misma posición comenzó a caminar, equilibrando su peso corporal en ambos pies, para evitar que el suelo sonara debajo de él por un desbalance de peso, trucos que aprendió por necesidad y no por gusto, aunque no se arrepentía de nada.

Logró llegar a la puerta de la habitación sin ningún problema, sin causar que Jungkook o cualquier otro de los chicos se despertase, sin embargo, faltaba aún el camino por el pasillo en dirección a la sala, donde planeaba hacer ejercicio.

No sabía si Jimin seguía en el departamento, si se había quedado a pasar la noche o había decidido regresar a su hogar.

Grande fue su sorpresa al encontrarlo dormido en el sofá, con una manta sobre el y el rostro calmado.

Tragó saliva y giró su cuerpo de regreso al pasillo, ahora en dirección al cuarto de baño, era más pequeño y el riesgo de despertar a Jungkook o a Hoseok aumentaba en un, quizá, cincuenta por ciento, pero, de nuevo, el ansia de ejercitarse era mayor que cualquier otra cosa, sólo esperaba ser lo suficientemente rápido y silencioso posible para evitar problemas con los demás.

𝑻𝒂𝒄𝒊𝒕𝒖𝒓𝒏𝒐. «𝑱𝒊𝒎𝒔𝒖»Where stories live. Discover now