𝑻𝒂𝒄𝒊𝒕𝒖𝒓𝒏𝒐. «𝑱𝒊𝒎𝒔𝒖»

Capítulo 6.

Yoongi bajó del auto con el corazón en la garganta, sentía sus latidos desenfrenados en los oídos. Después de que Jin colocara la alarma, los tres de encaminaron hacia la puerta de entrada de la cafetería llamada "Glossom Cafe".

Por fuera el local era color beige con adornos en café, grandes ventanales, que dejaban ver a las personas dentro, unas 10 personas en total más el personal, Jin pensó, mierda, está más lleno de lo que pensaba.

El primero en entrar fue Hoseok, seguido de Jin y por último entró Yoongi, el ambiente al interior era muy hogareño, si bien fuera el clima era heladísimo, dentro estaba tibio, como cuando te pones tu pijama favorita, te acuestas en tu cama y te tapas hasta la cabeza.

Los tres se dirigieron a una de las mesas del fondo, pegada a la pared, cuando llegaran los demás, moverían la mesa de al lado para sentarse todos juntos.

—Muy bien, ¿quieren pedir algo ya o esperamos a que los chicos lleguen?—. Preguntó Jin alternando la mirada entre sus dos amigos, dándose cuenta que el más bajo no levantaba la mirada de sus manos y temblaba ligeramente.

—Creo que yo esperaré, ¿y tu Yoon?—. Ambos posaron su mirada en él.

—Tengo que ir al baño—. Murmuró levantándose y yendo sin esperar una respuesta por parte de los otros dos, sólo esperaba que lo dejaran solo un momento, necesitaba tranquilizarse si no quería tener un ataque ahí mismo.

Al llegar al sanitario de hombres, se encerró en un cubículo y se sentó en el váter, apoyando sus codos sobre las rodillas y sosteniendo con sus manos la cabeza que para ese momento, comenzaba a dolerle.

Empezó a pensar en la situación en la que se encontraba, ¿qué pasaría si se topaba con Jungkook aquí? ¿Es posible, no? De todas formas no creo que al verme Jungkook tenga una reacción positiva, creo que no fue buena idea venir aquí.

Su respiración se volvió pesada, sentía su pecho arder y sus ojos comenzaban a derramar lágrimas, estaba consciente que en cualquier momento podía desmayarse, también sabía que Jin o Hoseok podrían entrar de repente, pero le era imposible calmarse, empezó a sorber por la nariz, miró sus manos temblar cada vez más, tengo que salir de aquí, tengo que salir de aquí, escuchó la puerta siendo abierta, pero no le tomó importancia, estaba centrado en regular su respiración y ordenar sus pensamientos, sin embargo, no daba resultado y cada vez se agitaba más.

—Oye, ¿estás bien?—. Escuchó la voz calmada de un hombre al que no conocía, pensando en que no se dirigía a él, decidió ignorarlo.

—No te presionaré, pero no me moveré de aquí—. Volvió a hablar el desconocido a la vez que Yoongi escuchaba que se sentaba en el suelo y se recargaba en la pared que estaba detrás de él, como estaba en el último cubículo, vio unas piernas cubiertas por un pantalón oscuro y zapatillas deportivas negras con un diseño pequeño de una banderita color amarilla en un lado del tenis, por el espacio que había entre la puerta y el suelo.

—Creo que estás teniendo un ataque de pánico o ansiedad, la verdad no se mucho de esas cosas pero, sé que no puedo dejarte solo—. Este chico es raro, ¿quién le habla con tanta confianza a un desconocido?, pensó Yoongi, sin notar cómo su respiración estaba más calmada que antes.

—¿Sabes algo? Me gusta este lugar, bueno, es la primera vez que vengo pero tienen baños muy lindos, nunca había visto uno de color verde bebé, es raro—. Yoongi al oír eso, volteó a ver la pared que estaba al lado izquierdo de el, después la de atrás, pensando que ese sujeto acertaba, al entrar al baño en un principio, no detalló en la decoración  del lugar, pero tenía razón aquella persona.