ꕤ 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐 [𝑪𝒉𝒂𝒓𝒂𝒄𝒕𝒆𝒓 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]

𝟓𝟖. || 𝐒𝐨𝐧𝐢𝐜 𝐭𝐡𝐞 𝐇𝐞𝐝𝐠𝐞𝐡𝐨𝐠 || 𝐒𝐆

Dedicado: Hey.

Título:

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Advertencia:

Male! Reader

Era verdaderamente molesto, pensó un erizo de llamativo pelaje azulado mientras que éste último se hallaba siendo revuelto por los incontrolables y fuertes vientos al correr en altas velocidades, la rutina que se repetía en la vida del ser azulejo sin falta alguna de cada día de cada semana era verdaderamente molesta. En cualquier hora del día se repetía y siempre de manera impredesible.

Comenzaba a cansarse de aquellos momentos de su vida en los que tenía que huir despavorido de cierta eriza rosada que parecía tener algún tipo de amor obsesivo y enfermizo por el masculino ruedor antropomorfico.

El muchacho adolescente; de enormes ojos de un hermoso color verde jade, pelaje de un electrico azul perfectamente cuidado en la mayor parte de su cuerpo, guantes de un impecable blanco protegían sus grandes manos, deportivas rojizas de franjas blanquecinas y adornos dorados y una tierna e pequeña cola que se asomaba con sutileza por la zona inferior de su espalda: se encontraba huyendo a una velocidad sorprendente de lo que se pensaría sería una amenaza mortal, y no se estaba equivocado al pensar de esa manera, ya que para el corredor de grandes distancias aquella muchacha rosa de la cual escapaba era uno de los mayores peligros en su corta vida juvenil.

— ¡SONIKKU! —chilló en un fuerte llamado, en tono demandante y empalagoso, la chica de pelaje rosado que llevaba un sencillo pero tierno vestido rojo que ocultaba su desnudez. Cosa que cierto azulado parecía no importarle mostrar al pasearse por los rincones del animado pueblo donde hacía su hogar.

Ante la repentina voz estruendosa y aguda que poseía la joven; el varón que se encontraba en plena escapada no pudo evitar sentir un inquietante escalofrío recorrer cada fibra de su cuerpo bien trabajo por su matutino esfuerzo fisico.

Sin esperar que la chica soltara algún gritillo más, usando aquel extraño apodo que lo avergonzaba terriblemente, aumento con creciente enojo y verguenza la velocidad que ejercian sus piernas.

— ¡Sonikku, por favor, espera! —exclamó apresuradamente la fémina antes de verlo desaparecer en un pestañeo. Dejando detrás de sí una onda electrificante, además, de una hilera de un potente azul electrico.