ꕤ 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐 [𝑪𝒉𝒂𝒓𝒂𝒄𝒕𝒆𝒓 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]

𝟖𝟏. | 𝐑𝐞𝐝 | 𝐍𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐆𝐚𝐦𝐞𝐬 [𝐀𝐔]

Dedicado: -Lectora_pendeja-

Título:

_______________________________

| •  P r o p i e d a d  • |
______________________________

Videojuego: Pokémon Saga.

Yandere AU.

El feroz brillo de su intenso mirar irradiaba una creciente molestía abundante, la tonalidad rojiza de sus orbes resplandeciendo con siniestra frialdad en el interior de sus entrecerrados párpados, mientras sus delgados labios formaban una hastiada mueca que expresaba una evidente inconformidad ante la situación presentada en la actualidad.

Notoriamente impaciente, furia contenida viéndose atrapada entre sus internas paredes, el dueño de aquella potente mirada carmesí inició un rítmico golpeteo con la suela de su deportivo calzado izquierdo. Buscando apaciguar la sombría neblina negativa que se alzaba en los adentros de sus hostiles pensamientos.

Aquel joven entrenador frunció el ceño profundamente, las cejas que adornaban su inexpresivo rostro parecían desear unirse ante ese fruncimiento ejercido, para después cruzar sus brazos por sobre la firmeza de su pecho masculino.

Los dedos de sus varoniles manos, éstas últimas poseyendo unos oscuros guantes, se clavaban con fuerza en sus antebrazos. Las uñas ocasionando ligeras heridas en la piel de sus extremidades cruzadas.

— ¿Red? ¿Estás bien? — una voz masculina, notablemente preocupada ante su inseguro tono expresado, cuestionó despacio. Interrumpiendo la continuidad de los agresivos pensamientos que se cernían en la mente del silencioso azabache.

La escarlata tonalidad de sus gélidas canicas se dirigió hacía el rostro del varón que permanecía junto a su masculina figura inmóvil. Advertiendo la extrañada expresión que se plasmaba en las facciones del muchacho castaño.

Enarcó una ceja, la profundidad de sus rubíes joyas respondiendo en silencio las exclamadas dudas del contrario, mientras contemplaba el rostro masculino de su acompañante.

— Llevas un buen rato mirando en ese punto... — comentó ligeramente extrañado por el notorio interés que el azabache demostraba en aquella dirección. — ¿Acaso tanto te molesta? — una sonrisa burlona, rompiendo con la anterior preocupación que se adueñaba de su expresión, surcó sus festivos labios.

Con su dedo índice, la mano zurda siendo elevada para realizar aquel simple gesto, señaló en la dirección que los llamativos orbes carmesíes admiraban con sumo desprecio desbordante.