ꕤ 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐 [𝑪𝒉𝒂𝒓𝒂𝒄𝒕𝒆𝒓 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]

𝟔𝟏. || 𝐌𝐢𝐝𝐨𝐫𝐢𝐲𝐚 𝐈𝐳𝐮𝐤𝐮 || 𝐁𝐍𝐇𝐀

Dedicado: No sufran.

Título:

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“ Parecían sufrir por el anterior OS así que les traigo premio doble. ”

Una pequeña niña asomaba su cabeza a través de una puerta para brindarle un vistazo al oscurecido interior de una habitación; ligeramente iluminada por la centelleante luz de la pantalla de un computador. En las entrañas de la recámara, quien dejaba en evidencia que pertenecía a un menor de edad por las figuras de acción de cierto conocido héroe famoso, destacaba con una contagiada aura deprimente una silla giratoria que se encontraba frente a la luminosa pantalla mientras que, de igual manera, permanecía de espaldas hacía la infante de expresión preocupada.

Procurando ser lo más silenciosa posible, para no perturbar el audio que emitía el aparato sobre cierto incidente donde aquel heroico personaje estuvo presente, ingresó a la alcoba sumergida en la negrura para, en un lento avanzar, aproximarse hacía el asiento de espaldas hacía su persona mientras jugueteaba con sus dedos en un intento de mantener sosegado sus nervios.

Con sus orbes oscuros, grandes y redondos, la infante miró vacilante el espaldar del asiento que se encontraba situado completamente inmóvil en la fría habitación. Mordió su labio inferior para calmar el temblor que se había instalado en éste debido a los nervios que le provocaban la actual situacion.

Respiró hondo. Tomando el valor de romper la continuidad del audio de aquel video, en el cual se escuchaba una heroica risa triunfante, y musitar en un suave llamado el nombre del infante quien era dueño de la recámara en donde se hallaban sus silenciosas presencias. — ¿Izuku-kun? —llamó al pequeño niño con notoria timidez marcando su voz aniñada y de baja tonalidad.

La pequeña esperó. Siendo sumamente paciente. Captando con facilidad, a través de sus desarrollados tímpanos que superaban la audición humana, los frenéticos latidos de su corazón en una clara muestra de temorosos nervios dominantes.

El rechinido del asiento continuo le confirmó la próxima atención que recibiría del anteriormente mencionado. Sus grandes ojos se situaron con intensidad sobre el asiento.

Con un lento movimiento, girando sobre su propio eje, el espaldar del asiento quedo fuera de la atención de la niña para, ahora, observar con detenimiento al joven que se encontraba reposando su peso sobre el asiento de aquella silla giratoria. Un sentimiento de tristeza invadió el pecho de la infante; estrujando su corazón desde sus adentros con aquella aplastante aflicción.

Sentado sobre aquel mueble individual, éste último siendo lo bastante grande como para ocultar la pequeña figura del menor de edad, se podía deslumbrar la presencia de un joven que llevaba consigo una verdosa melena oscurecida de alborotados mechones, portaba una camiseta de tono naranja, unos shorts grises holgados, calcetines de blanco tono en sus telas, sus pies abrigados colgaban del asiento, mientras que su rostro estaba decorado por tiernas pecas llamativas. Sin embargo, ante su adorable rostro de rasgos infantiles, se visualizaban unos grandes ojos de tonalidad jade que se encontraban sumergidos en gruesas lágrimas que descendían con lentitud por sus pecosas mejillas.