❝Tipo de ansiedad que tiene que ver con el miedo a la muerte, el proceso de morir o perder a un ser querido.❞
Con la llegada de la guerra, James Potter tiene miedo de perder a las personas que ama.
Hay gente que tiene miedo de morir, el simple hecho...
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Los pasillos de Hogwarts estaban vacíos y tranquilos. Los alumnos debían estar en sus clases, ya que era plena mañana.
Volver a recorrer los pasillos y lugares de los que formaron parte durante siete años logró una sensación de nostalgia en los ex alumnos.
Habían pasado tan solo tres meses, pero sentían que no habían caminado por allí en años.
–Allí te besé. –murmuró James en el oído de Alex mientras señalaba el armario donde se habían escondido luego de la broma a Danielle.
Ella rió y asintió mientras tomaba su mano.
–Si, y allí te caíste cuando escapábamos de Filch. –señaló las escaleras del otro extremo. –Y tú, dramático como siempre, me dijiste que te abandone.
–Era una cuestión de vida o muerte. –comentó mientras golpeaba su pecho como un héroe.
–Si, como digas. –bromeó.
James la abrazó por detrás mientras continuaban caminando.
–Es raro estar aquí.
–Y eso que pasó poco tiempo.
–Siento que pasaron años. –dijo mientras besaba cortamente el cuello de ella. –¿Tú crees que volveremos luego de la reunión de hoy?
–No lo sé. –dijo casi tropezando por tener a James detrás suyo. –Eso espero.
–Tal vez traigamos a nuestros minis cornamenta y minis eyad. –susurró en su oído.
Alex se estremeció al sentir el aliento cálido del chico sobre su oreja, y los vellos de la zona se erizaron al instante.
–¡De los que seré padrino! –exclamó Sirius metiéndose en la conversación.
–¿No te dijeron que es mala educación oír conversaciones ajenas? –preguntó James volviendo a un lado de su novia y tomando su mano.
–Estamos a su lado. –intervino Remus. –No era una conversación muy privada que digamos. Y por cierto, yo seré el padrino.
–Si, claro. –dijo Sirius sarcásticamente. –Yo exigí el puesto en un principio.
–No me interesa, seré yo.
–¡Claro que no!
–Si.
–Tendremos catorce hijos, no se hagan problema por eso.
Remus y Sirius frenaron el paso y miraron con ojos abiertos a James, que sonrió orgulloso. Alex negó con su cabeza mientras masajeaba el puente de su nariz.
–No le hagan caso.
–No, no, espera. –dijo Sirius retomando el camino y levantando su dedo en señal de que le den un minuto. –Sería una buena idea, podrían formar un...
