❝Tipo de ansiedad que tiene que ver con el miedo a la muerte, el proceso de morir o perder a un ser querido.❞
Con la llegada de la guerra, James Potter tiene miedo de perder a las personas que ama.
Hay gente que tiene miedo de morir, el simple hecho...
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El Valle de Godric era un lugar hermoso.
Se lo reconocía por ser un pueblo mágico, varias personas muggles vivían allí, pero en su mayoría eran familias mágicas.
James vivió su infancia en ese pueblo, de hecho, la casa donde él y Alex se mudarían quedaba relativamente cerca.
La casa era... hermosa.
Unas paredes blancas la adornaban, con ventanas y puertas de color madera oscuro. Al entrar, una reja de color negro separaba la calle del patio delantero, donde varias flores y un césped muy verde lo decoraban.
Era un lugar amplio, pensado para una familia.
Y es que Martha, Euphemia y Fleamont la pensaron exclusivamente para eso, una familia.
Un gran living, una cocina y un baño se encontraban en la planta baja, detrás había un enorme patio, con césped y flores de todos los colores, también se encontraba una especie de hamaca de tela, donde silenciosamente la pareja planeó pasar varias noches.
En el primer piso había tres habitaciones y un enorme baño.
Era un lugar hermoso, y muy hogareño.
James y Alexandra miraron el lugar con asombro. Ya se encontraba amueblado, pero aún debían acomodar sus pertenencias y familiarizarce.
James rodeó la cintura de la chica por detrás y apoyó su mentón en su hombro, mirando cómo Olivia olisqueaba a su alrededor para conocer el lugar.
–Es hermoso. –susurró ella.
–Muy. –enfatizó con una pequeña sonrisa.
–Es grande.
–Podremos tener hijos sin problema.
Ella relamió sus labios algo nerviosa, y lo miró de reojo.
–¿No es temprano para pensar en hijos?
–¡Pero que hermoso lugar! –gritó Sirius entrando a la casa, junto a Remus.
James bufó y escondió su rostro en el cuello de la chica, mientras ella reía sonoramente.
–Bien, ¿en qué necesitan ayuda?
–Podrían largarse, sería de mucha ayuda. –bromeó James mirando a Remus, el cual fingió una risa irónica.
–¿Y Regulus?
–Prefirió quedarse en casa, aunque creo que le gusta más la idea de quedarse aquí. De seguro traerá sus cosas. –respondió Sirius.
Alex hizo una pequeña mueca al oír el tono algo desganado de Sirius.
Sirius se estaba esforzando, intentaba recuperar esa relación de hermanos que tenían antes de que él ingrese a Hogwarts y todo se destruya.
Pero Regulus no podía evitar sentir enojo, aún estaba algo resentido con las decisiones de Sirius, y sí, él también quería recuperar la relación, pero aún no se sentía preparado.
