❝Tipo de ansiedad que tiene que ver con el miedo a la muerte, el proceso de morir o perder a un ser querido.❞
Con la llegada de la guerra, James Potter tiene miedo de perder a las personas que ama.
Hay gente que tiene miedo de morir, el simple hecho...
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–Ay Merlin, voy a vomitar.
El día de la boda había llegado, y todos estaban muy alterados y nerviosos.
Marlene estaba peinando a Alex mientras la pelirroja tomaba su estómago con fuerza. Lily intentaba relajarla mientras Dorcas acomodaba los maquillajes sobre la mesada.
–Bien, relájate y...
–Ay no, ay no.
Lily miró a Dorcas de forma alarmada, pero la morena se elevó de hombros, dirigió su vista a Marlene, pero la chica negó con su cabeza sin saber qué decir.
La pelirroja suspiró y se colocó de cuclillas frente a Alex, la tomó de las manos y buscó su mirada.
–Rélajate, todo está en orden.
–¿Segura? ¿James está bien? Tal vez está arrepentido o...
–No, él está bien. Sam y Regulus se ofrecieron y están acomodando a los invitados, los padres de James están retocando los últimos detalles.
–¿Regulus pudo...?
–Si, ya tomó la poción multijugos.
–Bien. –suspiró limpiando el sudor de sus manos.
Todos estaban de acuerdo con que Regulus debía tomar poción multijugos, no era buena idea que tanta gente lo vea. Podría ser peligroso.
Tampoco habían muchos invitados, solo algunos profesores de Hogwarts, los padres de James, algunos alumnos e integrantes de la Órden.
No querían hacer un festejo a lo grande, solo lo necesario para poder pasar un buen momento junto a sus seres queridos.
–Entonces... ¿seguro que está todo bien?
–Si, seguro, aparte...
–¡James! ¡¿Dónde mierda estás?!
Alex miró alarmada a Lily al oír el grito de Sirius, la pelirroja sonrió incómoda mientras se levantaba para caminar fuera de la habitación.
–Voy a morir.
–No vas a morir. –dijo Marlene. –Y quédate quieta, estoy peinandote.
–Me estás peinando para mi funeral.
–No seas exagerada.
Remus ingresó a la habitación con aspecto pálido, pero intentó sonreír para no alterar a Alexandra. Él estaba saludando a los invitados, pero tuvo que acudir al primer piso al oír los gritos de Sirius.
–¿Cómo estás?
–¿Qué sucede allí afuera?
Remus iba a responder pero un grito de Lily lo interrumpió.
