| 𝟱𝟰 |

2.5K 369 250
                                    

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.


Eran las tres de la mañana cuando Alexandra despertó por los fuertes ronquidos de James y la tormenta que se había desatado.

La lluvia caía con mucha fuerza, de hecho, al mirar hacia fuera no se lograba ver nada, todo era nubloso. El viento tampoco ayudaba de mucho, ya que lograba que las ramas de los árboles golpeen contra la ventana.

James la sostenía por la cintura, su torso estaba apoyado contra la espalda de ella, y mantenía una de sus manos sobre su vientre. Su mentón estaba reposado sobre su hombro, utilizandolo como almohada, esto lo único que lograba era que Alexandra se derritiera de amor y tuviera ganas de matarlo por roncar contra su oído.

Levantó su brazo para safar el agarre y se deslizó fuera de la cama, intentando no despertarlo.

James solo se quejó y metió su cabeza debajo de la almohada para continuar con sus ronquidos. Alex reprimió una risa mientras tomaba un suéter de Remus que se había llevado a su casa por equivocacion luego de convivir con él.

Refregó sus ojos y caminó hacia el piso de abajo, con suerte un té le daría algo de sueño y calentaría su cuerpo.

Frenó su paso en seco a mitad de la escalera al oír un ruido proveniente de la sala de estar. Tomó su varita con fuerza e intentó asomarse para analizar el lugar, pero estaba a oscuras.

Suspiró y miró detrás suyo, analizando en su interior si ir a buscar a James o no, pero desechó la idea al instante. James, últimamente, no había podido dormir muy bien que digamos, estaba algo paranoico con todo lo que sucedía, y preocupado por Alex y su embarazo.

El azabache no había dicho nada para no preocuparla, pero iban varias veces en las que tenía pesadillas sobre la pérdida del bebé, y eso lo aterraba.

Alexandra respiró hondo y bajó escalón por escalón, empuñando la varita con fuerza.

–¿Sirius? –susurró.

Identificó el cuerpo del chico en el sillón, estaba sentado con los codos en sus rodillas y las manos tapando su rostro y tirando de su cabello con algo de brusquedad.

No había notado que Alex estaba parada a su lado, mirando e intentando deducir qué sucedía.

–Sirius.

Sirius levantó la cabeza y miró a Alexandra al mismo tiempo en que limpiaba su rostro, fingiendo que no había estado llorando las últimas dos horas.

–Oh, hola. Yo... –carraspeó su garganta al notar que su voz era rasposa. –Acabo de terminar mi maleta, mañana en la mañana me iré.

Alexandra asintió y dejó la varita sobre la mesa ratona, Sirius miró sus manos e intentó ocultar el temblor de las mismas.

Intentaba respirar hondo y que todas las señales de que había sufrido un ataque de pánico minutos antes no sean notadas por ella.

–¿Qué sucede?

THANTOPHOBIA; James PotterDove le storie prendono vita. Scoprilo ora