❝Tipo de ansiedad que tiene que ver con el miedo a la muerte, el proceso de morir o perder a un ser querido.❞
Con la llegada de la guerra, James Potter tiene miedo de perder a las personas que ama.
Hay gente que tiene miedo de morir, el simple hecho...
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Harry Potter, Ron Weasley y Samantha Potter caminaban por los pasillos luego de su primer clase en Hogwarts, Encantamientos.
Los tres iban inmersos en una conversación relacionada a Hermione Granger.
–Yo creo que es extraña. –exclamó Ron. –Y muy insoportable.
–Eres malo.
–Tiene un poco de razón. –defendió Harry a su amigo. Samantha rodó los ojos con furia y comenzó a caminar más rápido dejándolos atrás por unos pocos metros, hasta que chocó con alguien.
No todas las personas de cursos superiores eran muy amables con los de primer año, por lo que al instante Harry corrió hacia su melliza.
–Lo siento, lo siento. –se disculpó ella mirando hacia arriba.
Se encontró con un chico de cabello negro y ojos verdes, llevaba su uniforme de Hufflepuff y la mochila en su hombro. Por suerte para los más pequeños, iba solo.
–Oh, hola. –respondió luego de unos segundos.
El chico los miró detenidamente, pausando su vista en las notorias cicatrices que dejaban al descubierto quiénes eran. Aunque enrealidad, llevaban recién un día allí y ya todos los reconocían con facilidad.
–Eh. –murmuró Harry al ver que el chico no decía nada y mantenía su vista en ellos. Se sentía incómodo.
Odiaba que la gente los mire como si fueran lo más increíble de la tierra, eran tan solo unos niños de once años que querían una vida normal.
–¡Yo te conozco! –exclamó Ron llegando al par.
–Hola, Ron. –saludó con amigable sonrisa y moviendo su mano ligeramente. –¿Cómo te trata tu primer día?
Ron hizo una cara de insatisfacción.
–Está enojado porque Hermione Granger logró el encantamiento antes que él. –sonrió Samantha. Ron rodó los ojos.
–¿De dónde se conocen? –preguntó Harry.
Ron iba a hablar, pero la profesora McGonagall lo interrumpió.
–Espero que no sea un castigo o algo así. –refunfuñó. –Nos vemos.
Ron se marchó, dejando solos al misterioso chico y a Samantha y Harry.
