❝Adolescentes.
La curiosidad y todos los sentimientos a flor de piel. Las canciones de moda. Lo que tienen el primer amor que de una u otra forma siempre deja huella. Todo el doble de especial, los primeros miedos y dudas. Los corazones saltando en...
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❙ K i y a m a H i r o t o ❙
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No sabría definir lo que siento desde que empecé a estar con Ryuuji, pero era lo más cercano que he tenido a la felicidad. No podía asociarlo con nada más, sentí que al fin lo había encontrado, que por fin el sentimiento de a medias estaba completo, que era feliz.
No recuerdo cuando fue la última vez que me sentí tan seguro y amado, Ryuuji me trajo de vuelta el alma, esos sentimiento que hace mucho creí muertos.
Y es que jamás se me habría pasado por la cabeza. Trataba de esconder lo que bien ya sabía en la amistad, trataba de creer que esos sentimientos e impulsos por querer tocarlo o sólo tenerlo cerca de mi, eran sólo una amistad. Que era dependiente de él porque no estaba bien, porque no quería sentirme solo. Y no era así. Siempre estuvo ahí, eso que siempre me la pase buscando en otro lugar, en otras personas, estaba en Ryuuji. Mi tranquilidad, mi seguridad, mi felicidad. Todo estaba en él.
Estaba desesperado por hacer las cosas bien, tomar las mejores decisiones y que no afectara a los demás, pero termine haciendo lo contrario. En mi afán por no perder el tiempo con una mala decisión, perdí el tiempo escogiendo. Desperdiciaba la vida, desperdiciaba mis horas de descanso para una nota perfecta, desperdiciaba mi felicidad por la de los demás, para cumplí con las expectativas, para tener a todos contentos, desperdicié una vida esperando para querer.
Me costaba entender que no existía la nota perfecta, la vida perfecta, ni la persona perfecta. Cuando al final sólo me quedaron las horas que no disfrute y la vida que por estar decidiendo, elegí no vivir. Me costaba dar siquiera un paso por decisión propia, me constaba ser yo.
Es por ello que jamás me había sentido de esta manera. Ryuuji lo vale todo, es una persona que vale la pena, me hizo conocer una nueva versión de mi, me reta y me inspira a ser mejor. A salirme de mi zona de confort, a saber aceptar que muchas veces estoy mal, que no puedo y que esta bien ser frágil, que está bien no siempre estar bien. Y me ha aceptado, tal y como soy, con todo y defectos.
Es mucho más de lo que creí, es mucho más de lo que cualquier persona puede ser nunca. Es noble, desinteresado, amable y tiene un corazón inmenso. Es uno de los seres humanos más hermosos que he conocido en mi vida, y me aterra la idea de no merecer a alguien como él a mi lado. Es demasiado para mi, y sólo planeo devolverle toda esa felicidad que me regala cada que me sonríe; quiero que sonría mucho, hasta que le duela el estomago, que compartamos cosas juntos, que se paseé por mi habitación con esa camiseta que es horrible pero que a él le encanta, que descubramos canciones juntos, que aún sabiendo que podría estar con cualquiera, prefiera tomar café por la tarde conmigo. En invierno. Hasta sabe que hora. Que no le falten camas y prefiera mi sofá, amarrarse a mi cintura mientras esconde su rostro en mi pecho, amándonos. Que no necesitemos fechas para acordarnos de todo. Que aparezca, aunque no me avise y que me bese, aunque no se lo pida.
