❝Adolescentes.
La curiosidad y todos los sentimientos a flor de piel. Las canciones de moda. Lo que tienen el primer amor que de una u otra forma siempre deja huella. Todo el doble de especial, los primeros miedos y dudas. Los corazones saltando en...
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❙ N a g u m o H a r u y a ❙
Si hay algo que tengo claro es que la ruina de todo amor es prometer cosas que muy en el fondo sabes que no vas a cumplir, decir cosas que no sientes, estar en cuerpo pero no en mente presente. Sientes que ya no hay salida, así que lo mejor que puedes hacer es causar dolor aunque sea cruel, la verdad duele, el dolor enseña, la enseñanza deja experiencia y la experiencia evita tropezar con la misma piedra, es justo y necesario dejar ir, pero duele más estar en un lugar donde no lo das todo de ti. Y lo peor es que le estes haciendo perder el tiempo a quien te quiere, mientras estás donde no perteneces pensando en alguien más, mientras eres una farsa. Nadie se lo merece.
No quiero cuestionarme el amor que siento por mi pareja, porque lo amo, estoy convencido de eso. Pero es extraño, ¿qué es esto?, ¿en qué me estoy convirtiendo?, no quiero hacerle daño. No quiero que sufra lo mismo que yo, no quiero hacerle lo mismo que me hicieron a mi.
¿Entonces por qué siento que no puedo darlo todo?, como si me costara demostrar lo que estoy convencido que siento: amor.
Pensé que sólo necesitaba pensar las cosas un poco mejor, que necesitaba tiempo..., ¿pero que tengo pensar?, si el amor no se piensa sólo se siente. Se siente o no es amor, así de simple. Y yo siento que lo amo, ¿pero entonces por qué me cuesta decir el ❝te amo❞?, ¿por qué ya no cierro los ojos mientras me besa?, ¿por qué ya no soy capaz de hacerle el amor sin pensar en Fuusuke?
Después de la primera vez se volvió frecuente. Es repugnante. Es una locura. Y me odio por hacerle esto a alguien que no se lo merece. Detesto forzarme a hacer cosas para simplemente olvidarlo, para ignorar el hecho de que está apareciendo en mis fantasías.
Y lo peor es que se que sucede. Desde siempre supe cual era el problema: me cuesta demasiado enamorarme. No puedo evitar comparar cada cuerpo con el suyo, sus formas de tocar y de mirarme. De puertas para afuera me disfrazo y sonrío, hago tonterías, bromeo. Por dentro tengo un caos.
No quiero volver a verlo una vez más, ni quiero volver a soñar que nos queremos. No quiero que siga persiguiéndome, no ahora que estaba empezando a relajarme y ser feliz.
Ya tuve demasiado de amor a medias, de relaciones con miedo al compromiso, de engaños. En un comienzo pensaba que estaba enojado porque los demás no hacían lo que yo hacía o hubiese hecho por ellos, pero en realidad estaba enojado conmigo, porque era con ellos como nunca fui conmigo.
No me enojaba porque se fueran, me enojaba porque yo nunca tuve la valentía de irme, cuando sabía de antemano que sólo estaba forzando las cosas y no sentía amor, si no más bien una obligación. No me enojé con ninguna de mis relaciones por no haberme elegido, me enojé conmigo porque nunca me elegí primero, porque siempre necesitaba la validación de alguien más.
