❝Adolescentes.
La curiosidad y todos los sentimientos a flor de piel. Las canciones de moda. Lo que tienen el primer amor que de una u otra forma siempre deja huella. Todo el doble de especial, los primeros miedos y dudas. Los corazones saltando en...
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❙ K i y a m a H i r o t o ❙
—Ah...—. Suspiro al sentir mi cuello tronar.
Me levanto de mi asiento y miro a mi secretario a lado, tienen las cejas levemente fruncidas mientras mueve sus dedos sin parar sobre las teclas. Mis ojos van a parar a los mechones verdes despeinados que salen de su moño, algunos están flotando por el aire que entra de la ventana... era precioso.
❝Debo hacer la llamada.❞— recordé esfumando mis pensamientos.
Salgo de la oficina sin hacer mucho ruido sintiéndome frustrado. Saco el móvil de mi bolsillo y utilizando el marcador rápido llamo a padre. Escucho el pitido de la llamada: uno, dos, tres...
—Hiroto—, comienza con voz amarga—, espero que tengas buenas noticias.
—He arreglado el problema de recursos humanos, hoy tendremos una reunión para aclarar las pautas.
—Perfecto, no lo arruines.
—De ninguna manera, tengo todo bajo control.
—Bien— se escucha silencio, y cuando estaba por colgar habla—, ¿cómo ha estado?
—¿Quién?
—Ryuuji.
No digo nada por unos segundo.
—Creo que bien.
—Me alegro.
—Voy a colg...
—Hiroto, una cosa más.
—¿Si?
—Él es ahora tu secretario. No te dejes llevar por las emociones, hazme sentir orgulloso, hijo.
—Claro, padre. Como usted diga.
No dice nada más y escucho el corte de la llamada.
Ya lo se, sé que las cosas han cambiado y que debo cambiar. No puedo seguir atascado en los recuerdos, tengo un compromiso con mi padre y la compañía. Sé a lo que aspiro y sé qué es lo que debo hacer para lograrlo. Pero aún así...
Sigo pensando que las cosas hubieran sido diferente sí nos hubiéramos encontrado en otro momento.
Cuando me hice cargo de la compañía no sabía que él era uno de los miembros. Y no lo puedo negar, la de ganas que tenia de verlo... pero debía hacer mi trabajo. Padre siempre decía que el respeto se lo gana uno mismo, qué hay que saber controlar a nuestros socios y empleados. No podíamos dejar que encontraran una de nuestras debilidades o si no, todo se arruinaría.
