❝Adolescentes.
La curiosidad y todos los sentimientos a flor de piel. Las canciones de moda. Lo que tienen el primer amor que de una u otra forma siempre deja huella. Todo el doble de especial, los primeros miedos y dudas. Los corazones saltando en...
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❙ S u z u n o F u u s u k e ❙
🍃;H a c e d i e z a ñ o s, E i s e i G a k u e n.
Lanzo un suspiro, la noche estaba realmente fría por lo que mis dedos se congelaban luego de salir del baño. Hace una hora que habíamos cenado y todos los demás habían tomado un baño dirigiéndose a sus habitaciones.
Yo me bañaba usualmente al último, por lo que en esos momentos me moría por ir a molestar a Ryuuji; el siempre se quedaba a altas horas de la noche practicando, se estaba esforzando demasiado para el próximo partido. Así que, como buen compañero, siempre voy a darle criticas constructiva sobre como patea el balón. Es muy gracioso.
Silbando una canción bajito voy a la cancha donde practicamos todas las mañanas, pero Ryuuji no está.
❝Diablos, no está...❞—. Pensé un poco decepcionado.
Camino hasta las gradas, y entonces me doy cuenta que no estoy solo. Cada vez veo más de cerca el característico peinado de aquel pelirrojo. Era Haruya.
Me acerco con una pequeña curva en los labios, me mira y se emociona.
—Oye, no te emociones demasiado.
—¿Por qué?—, se le expande la sonrisa—. Es nuestro primer encuentro después de una semana.
Haruya había estado fuera de la ciudad. Había ido a Tokyo por una entrevista de reclutamiento, estaba ganando mucha popularidad por los últimos partidos. Sabía que no le gustaban las formalidades pero lo hacía para no decepcionar a padre, después de todo, siempre hemos estados plenamente agradecidos con él.
Cuando estoy lo suficientemente cerca me inclino y le planto un breve beso en los labios. Un beso de sólo un segundo.
—Hola, ¿cómo estas?—, lo saludo.
No solía comportarme así con nadie más que con él, y aún no podía creer como es que podía hablar de esta manera sin sentirme incómodo después. Supongo que el tiempo nos hizo sintonía porque ya no podíamos funcionar el uno sin el otro.
Llevamos dos años saliendo.
Una tarde Haruya me dijo todo lo que nunca creí escuchar. Desde entonces nunca nos separamos. Y no es como que podría presumir que somos la pareja perfecta, hemos tenido nuestros momentos: peleas absurdas, celos injustificables, vaya, que hemos tenido nuestros altos y bajos. Pero al final, siempre sabemos arreglarlo y lo seguimos intentando a pesar de todo. Así que ahora estamos aquí, juntos, cumpliendo nuestros sueños.
