☾Capítulo 12☽

147K 11.3K 13.7K
                                    

«¿Y qué estabas pensando?» Recibo el mensaje en respuesta.

Si tan solo supieras Lobo...

Si tan solo supieras lo que pensaba minutos antes de meterme a mi habitación por la ventana luego de que me hayas ayudado a escapar de la casa del vecino.

«Yo soy una chica buena Lobo, no me hagas decir cosas malas» Escribo ese mensaje mientras lo susurro con voz ronca pero a la misma vez, esperando que sea sexy aunque no lo envío porque una idea se cruza en mi cabeza. No le mando audios porque siento que me descubriría, pero tal vez pueda solucionarlo poniendo un emulador de voz.

Entonces me descargo una app de emulador de voz que distorsiona completamente mi voz pero sin dejar de ser una chica, lo cual queda super bien.

Luego de eso y una vez que quedo conforme con las opciones de voz, me decido aventurar aún más y presiono a llamar.

Unos segundos después, oigo los tonos y luego el sonido de su respiración. No dice nada, en cambio, espera que hable yo.

«—No soy una chica buena Lobo, no me hagas decir cosas malas.»

Cuando le digo esas palabras me muerdo el labio inferior, lo sé, un audio a la madrugada con voz sexy y juguetona puede ser un arma moral. Palabras de Rocco.

No conozco su sonrisa, pero algo en su respiración cambió lo que me hace imaginarlo haciendo una mueca similar a una sonrisa. Oír su respuesta me hace sentir como si estuviera a mi lado, con sus labios rozando mi oreja y susurrándome al oído, provocando que un cosquilleo recorra mi espina dorsal.

«—Puedes ser mala conmigo nena»

Ay.

Ay diosito qué es esto que siento...

Tengo ganas de esconder mi cara en la almohada y soltar un grito cuando lo oigo hablar de esa manera. Dios.... es tan distinto a cuando estamos juntos.

«—Me gustaría ser mala contigo» Le digo llevándome la mano a la boca cuando termino de decir aquello, mientras mis dedos acarician mis labios provocándome cosquillas y contengo la respiración cuando oigo su gruesa, pastosa e imponente voz.

«—No sigas así porque vas a ponermela dura» Susurra lentamente, tan lento que me provoca querer tenerlo a mi lado. Cierro los ojos al oír sus palabras y me lo imagino tendido en su cama, con los jeans negros que tenía puesto hace unos momentos y su torso blanco como la nieve desnudo. Imagino que la luz de su teléfono alumbra tenuemente su marcado pecho y yo no puedo hacer otra cosa que contener la respiración e ignorar el agridulce cosquilleo que me recorre el abdomen, buscando encenderme como una llama.

Imagino su erección palpitante dentro de sus pantalones y siento que el calor empieza a agolparse en mi abdomen...

«—Tal vez quiero ponertela dura» Respondo en un susurro.

«—Hay un problema nena»

Cuando oigo aquello no hago otra cosa que mirar confundida el teléfono. ¿A qué se refiere?

«—¿Cuál?» Inquiero confundida.

Entonces Lobo tarda unos segundos en responder, pero cuando lo hace me deja con el corazón a mil y las piernas flaqueando.

«—Quiero hacerte mía»

Abro la boca como para responder, pero no me sale nada. De repente las ideas se borran de mi cabeza y no recuerdo cómo hablar.

Acaba de decirme que quiere que sea suya....

Pero ¿cómo?

Oigo su respiración pesada del otro lado de la línea, está tranquilo esperando por mi respuesta.

Malas IntencionesWhere stories live. Discover now