☾Capítulo 20☽

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When he holds you close

When he pulls you near

When he says the words

You've been needing to hear

I wish I was him, 'cause those words are mine

Always - Bon Jovi


Cuando salgo de mi casa, lo hago sin mirar hacia la casa de J, simplemente sigo mi rumbo rápidamente. Como si detenerme siquiera un segundo más de lo debido e intentar ver si lo veo me quemara.

Me genera esa cierta incomodidad donde se que las cosas se están poniendo un tanto extrañas, y el problema aquí es que yo no lo planeé.

Pasé los minutos restantes antes de que toquen las 17:40 en el árbol de mi jardín, oculta entre las ramas y siendo cubierta por las hojas. Entonces, recostada contra el tronco del arbol observé la ventana de la habitación de Elián.

Su ventana estaba abierta y yo podía ver claramente el interior de la habitación sin tener miedo de que él pueda verme. Simplemente estuve allí observándolo. Noté que estaba leyendo un libro del instituto y aparentemente estaba haciendo alguna tarea sentando en su escritorio y con los casquillos de los auriculares puestos.

En algunos momentos llevaba la punta sin filo del lápiz a su boca y presionaba su labio inferior, como pensando en qué escribir. Elián es un buen estudiante, y lo requiere para seguir jugando al fútbol en el instituto.

Elián es hermoso. Realmente hermoso.

Su piel morena y sus ojos verdes son un espectáculo.

Me encanta su aire latino y todo lo que representa el calor de su piel morena.

Siempre me encantó, desde que era tan solo una niña fantasee con que él fuera mi Romeo. Obviamente que sin el final trágico, pero siempre quise al menos tener una oportunidad para estar con él.

J, por su parte, cerró la ventana de su habitación y no volví a verlo en la tarde. Tampoco es que quisiera hacerlo, después de todo, acababa de verme tener un orgasmo pensando en él.

Sigo sin entender por qué hice aquello.

Solamente fue un tonto impulso tonto donde a decir verdad, no estaba pensando.

Por un segundo cada sentido de raciocinio en mí abandonó mi cuerpo y solo me sumergí en las sensaciones que me recorrían.

Recuerdo todavía la estela de la imaginación del cuerpo de J contra el mío y el suave pero fuerte recorrido de sus piel con la mía.

Y el problema aquí es que tal vez por un segundo, aunque sea un milisegundo, desee que la fantasía sera real y poder tener a J haciendo conmigo lo que él quisiera.

Sacudo la cabeza intentanto borrar ese estúpido pensamiento de mi cabeza y sigo caminando con las manos en los bolsillos del jean que me puse para ir al parque a ver a Elián.

Lo vi salir de su casa a las 17:30, después de perfumarse y cambiarse de playera por una azul y ponserse un buzo negro y una campera oscura sobre esta. Sin embargo, yo había optado por una polera color crema con el cuello en u.

Cuando lo vi cerrar la ventana de su habitación para luego salir, me metí a la mía por la ventana y me paré unos segundos frente al espejo observando mi reflejo.

Malas IntencionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora