☾Capítulo 46☽

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Una vez que me recompongo, me pongo de pie.

Desnuda, de espaldas a él, buscando mi ropa.

Siento su semen descender.

—Hay una toalla de mano en la mesa —me indica y yo la tomo, para luego limpiar el resto de su semen.

Sin mirarlo, busco mis bragas y las encuentro, justo entre sus dedos.

—¿Perdiste esto? —inquiere, altivo. Y yo frunzo el ceño, levantando mi ropa del suelo.

Solo tiene el pantalón puesto, y está sentado en la cama, con el torso descubierto y con los codos apoyados en sus piernas mientras me observa.

—Dámelo —le pido y él niega con la cabeza.

—Vamos J, no tengo otras —le digo y entonces él, pone los ojos en blanco y yo se la quito de las manos.

Entonces, me pongo las bragas, de espaldas a él cuando siento sus manos posarse en mi abdomen, para tirar de mí contra su cuerpo.

Puedo sentir su pecho desnudo contra mi espalda.

—¿Dónde vas? —inquiere y yo levanto la cabeza, girándola hacia la derecha para verlo a los ojos.

—A dormir, son las tres de la mañana y a las ocho tenemos que estar arriba —le digo y él asiente con la cabeza.

Lo veo relajado, y yo siento mi corazón latir, con fuerza al sentirlo contra mí pecho.

Me siento relajada, y somnolienta, necesito ir a dormir.

—Quédate conmigo —me pide en un susurro y yo entonces, siento los jodidos fuegos artificiales dentro mío.

—La última vez que dijiste eso desapareciste —le digo y él entonces me observa con un brillo extraño en los ojos.

—No voy a ir a ningún lado Tyson —dice y yo, entonces, le creo.

Dejo que él levante la manta y él se recuesta, para luego, dejarme un espacio en la cama.

Y yo, medito un momento en salir corriendo. Pero no lo hago, solo levanto del suelo su remera negra y me la pongo, para luego, meterme a la pequeña cama con él.

Apoyo la cabeza en su hombro y entonces, lo veo mirar el techo.

Observo por un momento su perfil, y él, parece perdido en sus pensamientos. J es hermoso, es devastadoramente hermoso y eso hace que la nube negra que lo acompaña se carge de misteriosa electricidad y atracción.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —inquiero, observándolo.

Él parpadea, y luego me observa.

—Acabas de hacerla Tyson —se mofa de mí, clavando sus ojos negros en los míos.

Yo pongo los ojos en blanco y dejo escapar un suspiro.

—Sabes a lo que me refiero —le digo y él pone los ojos en blanco, aburrido.

—Dispara niña cotilla y molesta.

—¿Por qué te fuiste el día de tu cumpleaños? —inquiero y entonces lo veo parpadear. Confundido.

Hasta que parece que entiendo a qué me refiero, y lo veo receloso en decirmelo.

—Encontré a la persona que te dije que me debía algo —me dice y yo asiento con la cabeza.

—¿Quién es? —inquiero.

—Esas son dos preguntas Tyson —murmura, molesto.

—Ayúdame a saber quien eres J —le digo en un susurro, observándo su ceño fruncido y sus ojos negros.

Malas IntencionesWhere stories live. Discover now