El omega de Yunmeng Jiang

Capítulo 66. ¡Nuevo loto!

Capítulo 66. ¡Nuevo loto!

Wei Ying realmente estaba disfrutando su embarazo. No había necesidad de preocuparse si viviría otro día más, si alguien de su manada moriría en cualquier momento, si comerían algo, o si A-Yang podría dormir una noche más en su nido. No había necesidad de llora a su Shizun o al tío Jiang. Pero lo más importante, no tenía que estar separado de Jiang Cheng, su esposo.

Su amado esposo, a pesar de su apariencia gruñona y amargada, carácter difícil y esa aura intimidante, era un realmente muy dulce. Por las mañanas Jiang Cheng se levantaba temprano para sus ejercicios matutinos, porque él siempre debía de estar en forma, pero antes de alistarse, siempre lo abrazaba, esparcía besos en toda su cara para despertarlo un momento para perfumarse mutuamente en su cálido nido, para luego abandonarlo en el mar de almohadas y sábanas, lo cubría con la túnica de dormir y podía volver a su sueño.

Despertaba cerca de las nueve si el hambre lo atacaba, con pereza se lavaba la cara y se vestía con las túnicas purpuras y negras que Jiang Cheng mandó a hacer solo para él. Su vientre no era grande, pero sí muy bonito y redondo, ataba con cuidado la faja y el resto de su túnica para presumir su vientre, solo lo hacía cuando estaba dentro de la secta. El clima era más cálido, Jiang Cheng decía que el clima era agradable y que solo eran sus bochornos, no importaba, él era feliz con las túnicas ligeras y frescas.

Lo triste de su embarazo fue cuando sus pies empezaron a hincharse, recuerda que soltó a llorar a Mo Fang cuando notó que sus botas ya no le quedaban, ella con mucha paciencia y amor le explicó que era normal. Madam Yu al enterarse le dio unas zapatillas negras, eran bonitas, pero no eran tan cómodos como sus botas, tuvo que usarlas un par de días, hasta que Jiang Cheng notó su molestia, no le dijo nada, solo lo vio fijamente y le hizo sentarse a su lado en su nuevo escritorio para revisar la contabilidad y logística.

En algún momento de ese día se quedó dormido, levantado por Jiang Cheng de que era hora de la cena. No lo regañó por dormirse, solo que no volviera a hacerlo con el pincel metido en la boca, que era muy peligroso. A la mañana siguiente encontró unas bonitas sandalias claras con un tranzado de loto en la división de sus dedos, eran muy bonitas, sus pies estaban muy frescos. No era necesario preguntar quién fue el remitente, casi dio saltitos por los pasillos flotantes, usando una túnica un poco más corta, dejando ver sus tobillos y pies con el calzado nuevo.

Los discípulos más antiguos al conocerlo, solo le sonrieron cuando lo veían con esos ojos brillantes, le elogiaban las bonitas sandalias. Madam Yu solo lo vio fijamente con un tic en el ojo, estaba por reprenderlo, que las sandalias no eran un calzado adecuado para la joven Madam Jiang, pero al ver esos ojos brillantes, la sonrisa radiante y su rostro tan sano, terminó por tragarse el regaño y le dijo que tuviera cuidado al caminar.

Wei Ying también construyó más nidos, tres en total finalizando su sexto mes, el primero se mantuvo en su lugar, dormía ahí cuando sentía que la lluvia primaveral caía. El segundo fue hecho en su cama, para alivio y gusto de Jiang Cheng, y no tiene nada que ver con el hecho de que Jiang Cheng había mandado a hacer una cama más grande y baja para que Wei Ying se sintiera a gusto para hacer un segundo nido, donde estaba más tiempo, obviamente su favorito al trasladar la piel de oso a su segundo nido. El tercero fue uno más pequeño, instalado en un rincón del estudio de Jiang Cheng.

Wei Ying sentía que no podía amar más a su esposo o sufriría de un ataque al corazón, porque cuando empezó a hacer el tercer nido de manera inconsciente, primero acomodó un gran cojín en la esquina, lejos de la puerta pero que daba al frente del escritorio de Jiang Cheng, para tomar una siesta, al día siguiente agregó otra almohada para hacer su siesta más cómoda, luego fue una sábana ligera, luego un cobertor porque el suelo no era del todo cómodo, y cuando el nido estaba a nada de terminar, Wei Ying vio un bonito dosel de gasa color lila.