Extra 6. El amor de un Lan, no siempre es el destinado, pero sí eterno.

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Extra 6. El amor de un Lan, no siempre es el destinado, pero sí eterno.

Jiang YanLi pensó en que su amistad con Lan XiChen sería la misma que su pequeño A-Xian con Lan Wangji, más no espero que esa amistad empezara a florecer como algo más.

Cuando era muy joven y le dijo su madre sobre su compromiso, se mentalizó para cumplir con sus deberes como esposa de un futuro líder de secta, el joven amo Jin era apuesto, aun siendo ellos jóvenes, pensó en poder aprender a quererlo o, si tenía suerte, amarlo. Tal vez fue un momento de su tierna edad, diciendo que sí le gustaba el joven amo Jin, aun sin conocerlo realmente, solo escuchando de él por parte de su madre, viéndolo contadas veces desde lejos o cuando sus madres se reunían, pero ellos nunca convivieron más allá de un par de palabras de cortesía, incluso recibió el brazalete de compromiso de parte del joven Jin, aquello frente a los ojos de sus madres, en ese momento realmente pensó que el joven Jin aprendería a quererla también, y que el brazalete le fue dado por elección propia, al igual que los pequeños obsequios que le eran mandados.

Ahora que su compromiso estaba desecho, y con la mente más clara, se daba cuenta que todo aquello no era más que acciones dadas por Madam Jin al joven amo Jin. Esa fantasía que tenía de pequeña, no era más que eso, solo una fantasía, nada era real, sus sentimientos no eran reales.

Fue duro aceptar que no era vista como alguien a quien merecía amor en un matrimonio, tal vez un matrimonio arreglado era lo mínimo que podía aspirar. No le molestaba, quedarse en la secta o ser esposa de otro líder para ganar aliados por medio de su compromiso, si eso le daba el poder para proteger a sus hermanos pequeños, y tuviera sus propios hijos, no había nada de malo, sin importar que su esposo la amara o no, ella aun tendría el amor de su familia e hijos por venir.

Y eso pensó en esos días que estuvo en Yun Shen mientras ayudaba a su padre y a los Lan a purificar el abismo de agua. Pero la presencia cálida y radiante de Lan XiChen fue un bálsamo para su herido corazón. Él fue bueno con ella, tenían gustos similares, era agradable tener una con quien conversar sobre sus hermanos o sobre temas banales. Lan XiChen no esperaba de ella ser la poderosa alfa, hija de Zi ZhiZhu, todo el tiempo, respetándola como la discípula de Meishan Yu a la hora de trabajar, y ser dulce y amable cuando no era más que Jiang YanLi mientras bebían té bajo los árboles de magnolias por las tardes.

Mentiría si dijera que no se daba cuenta cuando Lan XiChen se ponía nervioso cuando ella se acercaba más de lo normal con alguien quien se crío en GuSu Lan, o las veces que rozó sus dedos por accidente, el aroma a lavanda e incienso era suave y relajante, la envolvían de una manera segura y coqueta. Rio en sus adentros al imaginar al Maestro Lan estallando en ira y reprimiendo a su sobrino mayor por ser tan descarado con una doncella.

No le molestaba, el aroma era agradable y era la primera vez alguien la cubría con un aroma tan dominante. Feng Mao fue su cómplice y mejor compañía en ese momento, su prima era tan feliz por su nuevo enamoramiento, aunque ella no quería verlo de esa manera.

Después de que los Lan partieron de su primera visita, los obsequios no dejaron de llegar. A veces una bella pintura de montañas nevadas con flores invernales descendiendo de la montaña hasta caer en cálidas aguas de un estaque con bellos lotos rosas. Pequeños versos de poemas de amor, con esos versos se sonrojaba tanto que sus feromonas salían disparadas en todas direcciones, después del primer poema que recibió, el cual se le ocurrió leer en uno de los pabellones flotantes, pasando vergüenza frente a varios discípulos, decidió leerlos en la privacidad de su habitación. Bonitos arreglos florales, algunos pendientes o artículos para decorar su cabello, nada ostentoso, siempre sencillo y con colores que eran de su agrado.

Su obviamente buen humor era visto por todos, incluyendo a su familia. Tenía la idea de que sus hermanos ya sabían lo que pasaba, pues solo a veces A-Cheng le entregaba los obsequios sin remitente, pero con la cresta de los Lan, sin decir nada; y su A-Xian, solo sonreía con picardía y levantaba de manera muy graciosa sus cejas antes de irse colgando del brazo de A-Cheng.

El omega de Yunmeng JiangWhere stories live. Discover now