Extra 1. Los dolores de cabeza del Tío.

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Extra 1. Los dolores de cabeza del Tío.

Lan QiRen siempre había sido el alfa más destacado de su generación, no solo por su elegancia y ser el hermano menor de Qingheng-Jun, sino por su dura disciplina al seguir las santas reglas que se rigen en el clan Lan. QiRen, no solo había formado parte del top de los diez jóvenes maestros más destacados, sino que a temprana edad descubrió su vocación por la enseñanza, guiar a los jóvenes discípulos por el buen camino de la cultivación, enseñarles la importancia de la disciplina, los modales y el autocontrol, no dejándose guiar y sucumbir por su segunda naturaleza, si se dejaban dominar por su segundo género, ¿qué los diferenciaba de los animales?

Durante décadas había sido reconocido como el mejor maestro de la cultivación, no había niño que pasara por su aula y saliera completamente cambiado, si algunos no lograban irse con un alto coeficiente al menos se iban bien educados. Y su historial intacto de buenos estudiantes, disciplinados, fuertes y destacando al menos en una de las seis artes.

Y hubiese mantenudi ese historial oerdevri si no fuese por la llegada de su más nuevo estudiante, un omega. El omega más revoltoso, indomable y descarado que en su larga vida de docente se había topado, no iba a negarlo, el niño tenía una buena apariencia y se destacaba en las seis artes, era fuerte y muy habilidoso con las armas espirituales, era listo, muy listo. Y ese era el mayor problema,  el niño era lo suficientemente astuto para escabullirse por el recinto, jugueteando y perdiendo el tiempo en las profundidades de la montaña o bajando a escondidas a la ciudad, y acompañado de su siempre bien portado sobrino.

Wei WuXian había llegado para corromper a su sobrino, aunque A-Zhan se veía muy feliz estando alrededor de WuXian. ¡Pero ese no era el punto!

Wei Ying era un tornado de problemas. Siempre.

Siempre en problemas, siempre castigado, siempre sacándole un susto de muerte o causándole un coraje que posiblemente terminaría en una desviación de Qi.

Su primera semana había mostrado ser un bueno muchacho, pero a la siguiente lo atrapó arrastrando a su sobrino a la parte baja de la montaña, en medio de un pequeño claro de pasto alto y flores de diversos colores, ambos en cuclillas con dulces sonrisas, una hermosa imagen. No olvidaría ese momento en que pudo verlos juntos como compañeros de cultivación una vez llegaran a la mayoría de edad, posiblemente debía de hablar con Yu ZiYuan sobre un compromiso y alianza entre sectas.

Pero la linda burbuja se rompió cuando Wei Ying había hecho una corona de flores, decorando el cabello de su sobrino. ¡Él no era una joven amante como para usar eso!

Luego Wei Ying le había entregado a su sobrino una bola esponjosa. ¡Un conejo! Pensó que vomitaría sangre de un momento a otro. Por su propia salud se había alejado para calmar sus nervios. Pero esa misma noche casi se desmaya al ver como A-Zhan había colado dos bolas de pelos en su habitación, y podría jurar que ese adorable ceño fruncido le recriminaba por quitarle a sus nuevas mascotas, cabe aclarar, obsequios de Wei WuXian. Al final tuvo que aceptar la estadía de esas criaturas, aun con la regla de nada de mascotas en la secta.

Un mes después Nie HuaiSang había llegado por segunda vez al recinto. Ese muchacho era otro caso perdido, siempre distraído, torpe y de pésimas notas en todas sus lecciones, a excepción de la poesía y pintura. Y grande fue su sorpresa al ver que tanto el joven Nie como Wei Ying eran viejos amigos, tal vez la inteligencia de Wei Ying se le pegue y la decencia de A-Zhan igual.

¡Pero no! Wei Ying le había dado un delgado papel con las respuestas del examen que les había aplicado. Automáticamente los fue a castigar, vigilados por Wangji.

Wei Ying, Wei Ying. Su pequeño martirio, pero buen discípulo.

Ya era normal para él tener que castigar a Wei Ying más de una vez al mes, ya sea por quedarse dormido, flojear o bajar sin consentimiento o escolta a la ciudad. Hacer qué, solo el muchacho lo sabía, Wangji le aseguraba que bajaba a comer. Y lo entendía, el niño era de Yunmeng, en ese lugar comen muy condimentado, así que lo permitía sin que se diera cuenta.

El omega de Yunmeng JiangWhere stories live. Discover now