DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1

Capitulo 8: Las fachas quedan de lado cuando hay doritos de por medio.

Las fachas quedan de lado cuando hay doritos de por medio.

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Irina.

En mi cabeza no podía sopesar el hecho de que bueno, tanta testosterona estuviera junta en un solo lugar. Mis neuronas estaban en aislamiento cuando noté a cada uno, no sé si fue porque no esperaba verlos aquí o por el hecho de que la trenza que me hizo Kaia estaba demasiado apretada.

Henry, Paolo, Isaac, Josep y Aker estaban delante de nosotras. Todos perfectamente vestidos y nosotras andábamos con unas fachas dignas de burla. Mi primer instinto fue mirar a Kaia la cual estaba mirando a Josep de una manera enferma embelesada.

Sabía que ella lo hizo.

Ahora su objetivo es tener a Josep en cada lugar que estemos y por algún mágica razón Aker viene con él, siempre.

«Tampoco es que me queje» sacudo la cabeza, tenerlo cerca me deja tonta.

—¿Qué hacen todos aquí? Es noche de chicas—inquiero ya que nadie parece querer hablar, Aker no me quita los ojos de encima y siento vergüenza inmediata por la mascarilla rosa que tengo en mi cara—¿Ninguno hablará?

—Yo-o—carraspeó Kaia—los invité, se ofrecieron a traer comida y ahora creo que es una buena manera de despedir la casa....

—¿Despedir la casa? —habla Henry por fin confundido mientras se acerca a nuestro desastre y toma una de las botanas de la mesa y se la pasó por la cara a Audrey y lo miramos como si se hubiera comido una cucaracha—¿Qué? Guacamole.

Audrey se levanta diciendo que irá a retirárse la mascarilla al igual que Esmi. Suspiro y niego con la cabeza.

—Nos mudaremos al piso de Irina, el que le regalo tío Igor ¿recuerdas? —le dijo Kaia a Henry y él asiente.

—Ah, te mandó saludos y dijo que vería a tu mamá esta semana—le digo y me pongo de pie sacudiendo mi short y me acerco a darle un beso en la mejilla—también me dijo que te comportes con Paolo.

El mencionado se ríe y miró a los tres hombres que quedan.

—Irina quítate eso de la cara por favor pareces un tomate—se burla Isaac empujándome sin sutileza y lo manoteo.

—No me empujes, perro, mejor ve a dejar lo que trajeron en la mesa—lo mando.

—¡Te dije que no soy tu esclavo! — alega y ruedo los ojos cruzándome de brazos.

Es un gesto que Aker no pasa desapercibido y mira mis pechos sin pudor y es cuando recuerdo que no llevo sujetador, es que odio usarlos.

—¡Y yo te dije que desde que te hiciste novio de Esmi eres mi esclavo así que ve! —señaló la mesa y él me fulmina con la mirada mientras pone la comida, cerveza y agua que sé que Hen trajo para mí en la mesa.

Amo molestarlo y el no parece quejarse, somos tan amigos que me muerdo el labio para no sonreír cuando la curva de su labio se alza.

No me contengo y suelto una risita a la que Kaia y Hen me secundan mientras él se pone al lado de Aker.

—¿Por qué dejas que la tonta te diga que hacer? —habla por primera vez Aker y a su lado Josep no parece interesado en la plática ya que Kaia se lo lleva a la cocina.

—¿Disculpa? ¿tonta? —inquiero  con indignación —¡Tú eres un imbécil!

—Uy, esto se puso bueno, a ver dame espacio—le dice Paolo a Henry sentándose a su lado en el sofá.