Capitulo 9: El destino quiere que follemos, ¿no lo ves?

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El destino quiere que follemos, ¿no lo ves?

Aker.
13 de enero del 2022.

Estoy hastiado.

Quiero largarme de aquí lo más pronto posible.

Pero como en esta vida nunca podemos tener exactamente lo que queremos no me queda de otra que aceptar mi trabajo aquí.

Con Josep estamos en una de nuestras bodegas de la ciudad, al ser los que "mandan" en la Hermandad de los lobos del sur y oeste disponemos de muchos lugares en nuestras zonas.

Tenemos todo tipo de lugares y bodegas en las zonas más horribles de estas partes de Chicago, desde que Josep es la jodida mano derecha del fulano jefe la distribución de droga y armas en los barrios bajos ha subido, considerablemente.

Y uno de mis trabajo como el que estaba haciendo justo ahora era ver el armamento que trajeron los proveedores amigos del jefe. Debía verlo, chequearlo, probarlo y distribuir a las personas de la hermandad.

En pocas palabras éramos unos ridículos pandilleros.

El frío en la bodega era algo que nunca pasaba de moda, así como también el hecho de que los gemelos, Gabin y Blood me miraran expectantes antes de entregarles las armas.

—Alemán—me llama Gabin pero mi atención está puesta en cierta Ak47 que está en la gran, dura y fría mesa metálica qué hay—alemán —insiste.

Lo mire con fastidio.

—¿Qué?

Gabin se rasca la barba en un gesto nervioso y Blood miraba hacia otro lado, algo no esta bien por sus caras lo deduzco de inmediato y aprieto los puños esperando que hablen.

Ambos eran los más cercanos a mi y los que más me debían respeto y lealtad ya que así se acostumbra aquí. A deferencia de mí que llevo ropa "cara"  ya que bueno, no crecí en este ambiente y ellos si, están tatuados hasta el cuello, piercing en lugares de sus rostros que jamás me atrevería a hacer y los harapos que llevan de ropa. Son gemelos, pero sus múltiples tinturaciones y perforaciones los diferencian, son de tez clara y delgada sin dejar de ser fuertes.

«La calle los hace fuertes, los hace imparables»

Oh eso es lo que ellos dicen.

Llevan cabello tan corto que casi parece una calva y una variedad de joyas que quizás de donde se robaron, ah y por supuesto la bandana gris en el antebrazo que representa de que hermandad son.

Son los menos desagradables en este cuchitril al que me vine a meter.

—Hablen no tengo todo el puto día—me acercó a ambos veo que palidecen los paso de altura por lo que se yerguen al acercarme.

—Hemos tenido un problema con los novatos—habla Blood en un tono más civilizado que el de su hermano, siento la jaqueca venir, le dedico una mirada dura que lo hace tragar saliva y mueve el pie inquieto: —No han traído la cantidad de dinero correspondiente a las trescientos paquetes que se les entregaron.

Cierro los ojos en un intento de calmarme lo cual es en vano, aprieto los puños antes de abrir los ojos y sacar mi arma del cinturón del pantalón y apuntarle a Gabin quien abre los ojos con terror, pero no me inmuto.

—¡Quiero que ya mismo me traigas a esos imbéciles! —le ordeno a Gabin y miro a su hermano—¡Y tu dime el porcentaje del dinero que llego!

—Fue un 80%—responde apenas en un hilo de voz y tenso la mandíbula intentando no meterle un tiro en la frente.

DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα